EL COLUMPIO ASESINO
Entre que el tiempo estaba fatal y que se nos alargó la merienda-cena cuando llegamos a las puertas del pabellón multiusos de Cáceres los pamplonicas de El Columpio Asesino ya estaban cantando On the floor, la magnífica versión de We are Standard que anunciaba a una marabunta de gente frente al escenario saltando como posesos. Pues de eso nada de nada, un recinto a muy poca capacidad y un público bastante frío fue lo que nos encontramos.
Pero nosotros a lo nuestro, a saborear el ritmo tántrico de Ye ye yee, la contundencia de Un arpón de grillos, a seguir gritando que La marca en nuestra frente es la de Caín y a bailar con todas las piedras preciosas que guarda su último disco como los ecos kraut/shoegaze de Perlas, la cadencia de un Corazón anguloso o el misterio evocador de los Diamantes.
Y aunque estaba claro que la mayoría de la gente estaba allí por Love of Lesbian, Toro es mucho toro y ese estribillo tan atractivo fue coreado por todos en el punto álgido del concierto de un Columpio Asesino que cerró con el ya habitual Vamos (la muñeca) a modo de colleja para los presentes. Nunca he visto un concierto de El Columpio con la gente tan parada.
MAN POP DJ
Man pop estuvo amenizando la fiesta en sus interludios con su habitual buen gusto y fue desde la electrónica más bailable como el How deep is your love de The Rapture, hasta el pop nacional más conocido como Los Planetas, La Habitación Roja, Lori Meyers o Dorian. No se olvidó de la nueva ola con La Chica Vampira de Papa Topo y en el cierre tuvo un detallazo haciendo sonar a Antònia Font.
LOVE OF LESBIAN
A las 00:30h, con puntualidad británica, comenzó el concierto de LOL. Los lesbianos nos ofrecieron una actuación de 2 horas y media que a muchos nos supo a poco pero que dió mucho de sí.
El repertorio se centró en su mayoría en su último trabajo La noche eterna. Los días no vividos. Nos deleitaron con la interpretación de temas como La noche eterna, con la que abrieron el show y con la que ya tenían a los asistentes comiendo de sus manos, Los seres únicos donde no paramos de saltar y bailar, Pizzigatos donde Santi Balmes mostró su lado más bromista con el público, Wio, antenas y pijamas, Nadie por las calles o mi favorita Belice, donde nos dejamos la garganta cantando su letra, entre otras.
No faltaron los temazos de sus anteriores trabajos como Domingo astromantico, Noches reversibles, haciendo alusión a la noche del concierto para que se repitiera muchas veces, La niña imantada, Voy a romper las ventanas, Segundo asalto o Allí donde solíamos gritar cantada bajo un foco y con una sola guitarra en una primera parte que luego derivó en una euforia total del público que no dejaba de corearla. También nos hicieron retroceder en el tiempo 13 años hasta 1999.
Tras una hora y media de actuación, abandonaron momentáneamente el escenario para volver con el primer bis de la noche. Los temas elegidos en esta ocasión fueron de lo más moviditos y bailables. Abrieron con Me amo, una canción de lo más positiva, seguida de Club de fans de John Boy, con muchos seguidores por allí vestidos con sus camisetas, Si tú me dices Ben… yo digo Affleck acompañada de un baile muy original protagonizado por Santi y Los toros en la Wii. Así pusieron fin al concierto, aunque advirtieron que si los fans gritaban, saldrían de nuevo.
Lo prometido es deuda. Salieron de nuevo para mostrarnos un adelanto del nuevo formato que están probando para la gira en salas. Una actuación más lenta y acústica que pudimos ver con los temas de Los días no vividos, donde emularon un brindis con los asistentes, La parábola del tonto, tema que hacía mucho que no tocaban en directo y Oniria e insomnia que fueron la guinda del pastel.
Muy de acuerdo en todo. El Columpio merecía otra respuesta del público. Pero los recuerdo en el Contempopránea 2011 y sonaron más contundentes entonces, quizá les faltó calor para entregarse del todo.
Ey! Acabo de leerlo ahora..
Gracias por la mención y el afecto.
Nos vemos pronto!!!