Disco (grupo) de la Semana: León Benavente


Hablar de León Benavente (el grupo) sin hablar de León Benavente (el disco) o hablar de León Benavente (el disco) sin hablar de León Benavente (el grupo) es una tarea prácticamente imposible, porque ambos van unidos y hacen un todo, por ahora, porque vista la acogida de ambos por parte del público y la crítica, que está siendo tan buena, no parece que vaya a ser un fenómeno pasajero y que habrá más discos.

Y es que, León Benavente es un grupo que se ha forjado de forma natural, a fuerza de amistad y de intereses comunes, lo cual se nota en León Benavente (Marxophone, 2013), un disco donde la experiencia y el saber hacer se notan desde el principio, desde la primera canción.

Pero intentemos  profundizar primero en León Benavente, el grupo…

No es este uno de esos grupos que “salen de la nada” de gente desconocida que lleva años intentando labrarse un camino en esto del mundo de la música y de pronto saltan a la palestra, no, porque sus integrantes son gente que ya tienen las suelas de los zapatos desgastadas de pisar escenarios… Más que conocidos son todos, Abraham Boba y Luis Rodríguez,  que llevan años trabajando con Nacho Vegas, Eduardo Baos de Tachenko y Cesar Verdú, de Schwarz. Cuatro personas que, después de un largo camino por separado, deciden embarcarse en uno nuevo, pero juntos, un comienzo que describe de manera curiosa y casi poética Nacho Vegas. Poco más se puede decir de León Banavente, es mejor leer lo que dice alguien que los conoce.

Y ese nuevo camino es el que describe León Benavente (publicado en Julio de este año), porque, como bien dicen los entendidos, este disco cuenta una trayectoria, pasando por muchos lugares, una trayectoria que no solo cuenta el camino físico, también un camino emocional.

Pero eso no es lo que yo digo, lo dice la gente que sabe. Lo único que yo sé seguro es que no hace falta ser un entendido para disfrutar de este disco de principio a fin y que es uno de esos discos que te enganchan y que escuchas en bucle una y otra vez, hasta que todo cobra sentido (como dice el propio Nacho Vengas, no es un disco que se pueda escuchar de modo aleatorio), porque conecta con la realidad de hoy y te sientes identificado con cada letra, con cada canción. Y no solo eso, es que es un disco bien hecho musicalmente hablando, porque a cada buena letra va acompaña de una gran melodía, haciéndolas pequeñas historias, conectadas unas con otras, que son pequeñas obras maestras.

Y así comenzamos a intentar profundizar en León Benavente, el disco…

“Animo, Valiente” abre el disco y lo que más llama la atención de esta canción no es esa letra cargada de ironía (una palmadita en la espalda mientras se pone cara de condescendencia), si no la voz de Abraham Boba y ese ritmo que ya nos hace ver que este no va a ser un disco de ese pop fácil al que se puede estar más acostumbrado, que es algo elaborado, que tiene fuerza y que se va a mantener en cada canción, como en “Las Hienas” con esas guitarras y la batería se te clavan, por lo potentes que son, con un ritmo marcado que enmarca una letra dura, que representa bien la situación que vivimos, temática que se puede extrapolar al resto de canciones, porque todas parecen hablar de una realidad jodida, esta realidad que nos ha tocado. Aunque se pueden interpretar también como un estado de desasosiego causado no solo por la situación socioeconómica, sino también causado por motivos más sentimentales. Esto pasa, por ejemplo, en “Estado provisional”, quién no se ha sentido hundido, sin encontrarle sentido a nada cuando algo ha salido mal (un proyecto o una relación…). Pero no acaba ahí la decadencia, porque ese estado de desasosiego producido por la situación continúa en “Las Ruinas”, “solo queda el desencanto y la ciudad es un verdadero espanto”.

“La Palabra” te saca un poco de ese bucle musical del inicio del disco, aunque sí que continúa con esos estados de ánimo que nos atormentan. Son todo frases hechas que se usan cuando acaba algo, desprovistas de todo significado en realidad, ¿qué significa todo eso?. “déjate de historias de una nueva etapa y si me quieres tanto dime la verdad, o calla”, duro y directo, como la vida misma, enmarcado en un ritmo frenético y potente, que lo hace todo aun más duro y oscuro.

Regresamos a la calma musical con “Década”, pero continuamos con ese sentimiento que nos es tan conocido, el de no saber que va a ser de nosotros porque ya da igual todo, da igual donde estés, todo lo que te hayas preparado. Y ese estado de confusión que tan bien se nos transmite con la voz de Boba termina con una frase también mil veces repetida, “lo que está claro es que algo tiene que cambiar”, aunque sepamos que, por ahora, no puede pasar porque estamos inmersos y nos ha alcanzado “La gran desilusión”. Qué mejor voz para transmitir esa desilusión que la preciosa y melancólica voz de Irantzu Valencia de La Buena Vida, una preciosidad de canción precisamente por esa melancolía que transmite esa perfecta combinación de voces.

De “El Rey Ricardo” poco hay que decir, porque habla por sí misma, está claro que estamos permitiendo que se aprovechen de nosotros, el sistema está fallando y poco parece que podamos hacer “Soy el rey Ricardo y de aquí no me muevo”, y por eso necesitamos una “Revolución”, un cambio de una vez por todas, adaptado a los nuevos tiempos que vivimos.

El punto final, de la primera de muchas escuchas, la pone “Ser Brigada”, una canción de esas que te enganchan por su ritmo frenético y por su letra. Es quizás la única canción que habla directamente de una relación de pareja, aunque un tanto especial (porque más que pareja son brigada) y porque la historia es diferente a las convencionales. El punto femenino lo pone Cristina de El Columpio Asesino, parece estar hecha para que ella le ponga voz.

Y con esto acabamos un viaje que ha pasado por distintos estados de ánimo y por distintos puntos geográficos, haciendo de este disco un trabajo completo, honesto, redondo, bien elaborado y bien llevado al directo, porque así lo han demostrado desde que empezaron la gira y, ahora, por fin, los podremos ver en casa este próximo viernes 8 en la sala Aftasí.

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