Como dijo Juan Alberto de Niños Mutantes: “Tiene narices que haya tenido que venir un sevillano a hacer un buen festival de música en Graná” ¿Será por esto que hemos pasado de Alhambra a Cruzcampo?
Sea como fuere el caso es que el festival granadino ha dado un enorme salto de calidad en su cuarta edición, con un recinto mucho más amplio y práctico, una variada oferta gastronómica y la colaboración de muchas marcas como In-Side, Red Bull, Negrita… que con sus carpas dinamizaron una programación que ya de por si no daba respiro a un festivalero que pudo disfrutar de un gran fin de semana con un cartel con el mejor indie-mainstrean español.
Las puertas se abrían a las cuatro de la tarde con mucho calor y mucha bebida de por medio, donde los litros de Cruzcampo y los mojitos de Negrita con su 2×1 hasta las 18:00h fueron los grandes triunfadores. Aunque también es bien cierto que el resto de marcas eran tan conocidas como el wisky Sir Edward’s, el vodka Poliakov o la ginebra Gin Giro.
Con dos grandes escenarios en paralelo que se sucedían sin descanso pudimos disfrutar de actuaciones épicas como la de Supersubmarina (apagón mediante) con fuegos artificiales para celebrar LN Granada, la de Dorian con un final de gira apoteósico lleno de papelillos, unos coreadísimos Izal presentando su recién sacado del horno Copacabana o Niños Mutantes que jugaban en casa y se rodearon de lo más granado de la música granadina para aderezar su magnífica actuación. Antonio Arias, Lori Meyers, Napoleón Solo y hasta La Habitación Roja pasaron por el escenario durante la actuación de Niños Mutantes.
Estos triunfadores estuvieron arropados por otro grupo de artistas que dieron muy buenos conciertos y subieron el nivel del festival. Zahara abriendo y Varry Brava cerrando dieron ejemplo de cómo sus carreras se han consolidado en los últimos años. La Habitación Roja y Sidonie pusieron las tablas y se llevaron al público desde la primera nota sus conciertos después de dos grandes giras. Nacho Vegas hizo las delicias de unos fans entregados que disfrutaron del asturiano mientras anochecía en el recinto y L.A ofreció uno de los conciertos más limpios del frestival: Sonido, voz y puesta en escena impecables. También hubo momentos para el pop rapeado con un sorprendente Carlos Sadness y un accidentado Delafe que se lesionó en pleno concierto y tuvo que sentarse para dejar todo el protagonismo a Las Flores Azules ¿será por eso que se han separado? Seguro que no. Mucha suerte a los dos aunque será difícil que ninguno de ellos se acerque a la calidad que han atesorado estos años como grupo.
El toque internacional lo pusieron unos Kooks que aunque sonaron redondos y dieron una clase magistral de actitud y saber estar hicieron un concierto bastante plano donde no acabaron de enganchar a un público más entregado a las bandas de casa.
Un festival con alguna deficiencia en el sonido, menos váteres de los necesarios y marcas de bebidas propias de un mercadillo. Un festival con una amplia variedad de comida, zonas para descansar, sin solapamientos de las grandes bandas…. Un festival que crece. Un festival en Granada.