Buenos días y bienvenidos una semana más al podcast de El Gallo Verde
Las canciones de este episodio estaban reservadas cuando acabase la temporada, mi objetivo era cerrar el curso con un mensaje de alegría y optimismo… pero el inicio de 2021 nos ha golpeado a todos con fuerza, con un recrudecimiento de la pandemia que nunca imaginamos vivir y con los días más fríos de las últimas décadas. Las reservas de esperanza que habíamos guardado empiezan a socavarse y ahora necesitamos de pequeñas, o grandes razones, para mantenernos ilusionados en que hay una luz al final del túnel y convencernos de que no es un pozo sin fondo.
En estos últimos días le he estado dando muchas vueltas a la idea de esperanza, porque no quería caer en el optimismo Mr Wonderful. Esa corriente de pensamiento que se basa en frases del estilo «No sabía que ponerme y me puse contento», “Si amas tu trabajo no trabajarás ni un día en tu vida” y sentencias similares que tan bien quedan en una lámina o en una taza de desayuno; pero que tomadas en serio te inducen a pensar que si estás triste o deprimido o por mucho que le pongas ganas a tu curro no llegas a fin de mes es porque no le estás poniendo la actitud correcta. Una filosofía de vida a la que agarrarse y que no permite profundizar en por qué nos sentimos tristes o enfadados.
Pero tampoco quería dejarme llevar por el cinismo, ni darle la razón a esas personas que parece que viven de hacer de menos las ilusiones, los gustos y los pequeños, o grandes logros de los demás. Por desgracia no nos queda otra que convivir con ellos a diario y muchas veces, tenemos que luchar contra nosotros por mismos por no ser una de esas personas.
Así que creo la esperanza es algo que tenemos aunque no queramos, porque el espíritu humano está condenado a seguir esperando lo mejor del futuro y a olvidar lo peor del pasado. Sin darle la razón a Mr.Wonderfull, entre el bando de los cínicos y de los ilusos, elijo a los últimos.
Acabamos de escuchar “La danza” de Carmen 113 una banda de Girona que lleva en los escenarios 20 años aunque no fue hasta 2013 que cristalizó en su formación y estilo actuales. No he podido localizar mucha información sobre ellos y es que no están entre los nombres habituales de las listas de Indie patrio, pero en México y Argentina si los conocen bien supongo que menos afectados por las etiquetas que el público español.
Un tema que invita a elegir la alegría a asumir el pasado sin dejar que nos sobrepase y darse cuenta de que “Nos queda tiempo”.
Otra frase que se repite mucho últimamente es “estoy cansado de vivir acontecimientos históricos” y es que no es sólo la pandemia, es el asalto al Capitolio, el invierno más frío del siglo, se consuma el Brexit, Reddit casi tumba la bolsa y el mercado nos da en la cara demostrando quien tiene en de verdad la sartén por el mango,… tanto es así que algunos nos preguntamos si no será este acaso el plano temporal más oscuro. A todo esto que parece una película se suma a que, como hemos tenido que reducir nuestra vida social, nuestro ocio, viajes, no tenemos más remedio que ser más conscientes del día a día, hacer introspección forzosa, percibir con crudeza el paso del tiempo y lo que nos lleva a estar aburridos de nosotros mismos.
He elegido este tema porque resalta algo que nunca pensamos que echaríamos de menos, el ser un extraño, el ser masa, un figurante secundario viviendo su vida y haciendo sus cosas sin trascendencia, sin que parezca que el destino de la humanidad dependa de sus decisiones. Ser uno más de los que se apiñan en la barra del bar para pedir una copa, corear una canción a grito junto a otros desconocidos en un festival, ser un turista más haciéndose un selfie en el típico tópico monumento, y descansar en una de esas playas abarrotadas tomando el sol como miles de personas anónimas. Venga, valientes, que volveremos a ser extraños en locales cerrados.
“Extraños” es un tema del dueto Delahaus, formado por Rocío Martín y Javier Martínez, y si os interesa y estáis en posición de ofrecérselo, no tienen ni manager ni discográfica.
Los sociólogos se aventuran a afirmar que después de la pandemia vendrá una explosión de euforia que convertirá esta década en los nuevos locos años 20: desenfreno sexual, compras compulsivas, fiestas eternas,… Y tiene sentido que las personas, tras estos meses de contención, salgan de nuevo a las calles deseando aprovechar el momento por si acaso vuelven a venir mal dadas. Si nuestras abuelas guardaban comida por encima de la capacidad de las despensas, supongo que nosotros nos pediremos los chupitos de tequila de dos en dos por si mañana nos decretan el toque de queda.
Después de esa euforia, espero que nos quede un poso de lo que hemos vivido, que abandonemos el cinismo y abracemos sin cursilería pero con firmeza, el valor de lo cotidiano, de aquella vieja normalidad que esperamos que vuelva y que nos atrevamos a decir sí a todos esos planes que antes, por desidia o pereza aplazábamos.
Lo explica con muchísimo mejores palabras esta canción
Una vez más, Rigoberta Bandini se asoma a este podcast para ponerle banda sonora a la pandemia. La artista compuso esta canción cuando estaba embaraza de siete meses, de ahí ese verso dedicado claramente a ese bebé que dice “Tú nacerás en un presente en el que el mundo es un regalo. Y sé que te preguntarás «¿A estos qué mosca les ha picado?».
Así que nos queda la esperanza de que las generaciones venideras vean en los años posteriores al coronavirus una época feliz en la que la humanidad eligió la ilusión al desencanto (por muy tentador que sea caer en el lado oscuro del pesimismo). En nuestras manos está no cagarla.
Y hasta aquí nuestro programa de hoy, os dejamos con la esperanza de volver a escucharnos la próxima semana. Venga valientes, que volveremos.
Por mi parte, esto todo, ¡un abrazo muy grande!