La intro sirvió de llamada para que la gran Babel en la que se había convertido la Sala Aftasí se posicionara frente al escenario dispuesta a dejarse las zapatillas On the floor. Y es que la música de El Columpio Asesino deslumbra como el neón de un viejo Motel en el que no se pide una Edad legal para registrarse. Un refugio austero situado en una colina, A la espalda del mar más hambriento.
Así, después de la primera oleada de canciones, los pamplonicas empezaron a regalar Perlas y Diamantes al personal desgranando su último disco con las prisas del que camina Entre cactus y azulejos dejando un Escalofrío tras cada tema, como el que te recorre el cuerpo cuando me dices eso de “Susúrrame al oído lo que tú ya sabes”, como un latigazo cervical al descubrir La lombriz de tu cuello. Así es Ballenas muertas en San Sebastián, como un Toro desbocado dentro del Congreso.
Para la fase final del concierto rebuscaron en las aristas del Corazónanguloso hasta encontrar hits de sus anteriores trabajos lanzándolos con Un arpón de grillos. Tanto es así que ahora La marca en nuestra frente es la de Caín, aunque en ese momento ya me daba todo igual, “yo Floto”, pensaba. Y así, flotando sobre el tsunami musical de El Columpio Asesino, salimos de La Sala al grito de Muñeca cabrona! Y claro, salió en portero y nos dijo Vamos.
Si había una mejor forma de comenzar la temporada de conciertos Enero/Junio 2015 en Badajoz (Sala Aftasí) la verdad es que no la conocemos porque Neuman se presentan como el grupo más en forma de la actualidad en lo que al indie peninsular se refiere, recogiendo los frutos de años de duro trabajo que ahora se ve recompensado con sold-out allá por donde pasan, la aprobación de la crítica a cada uno de sus trabajos y el pódium asegurado en todas las listas como ha pasado en el referéndum 2014 de Disco Grande de Julio Ruiz donde han sido votados por los radioyentes como “mejor canción de aquí” por Turn it, “mejor cantante masculino”, segundo “mejor guitarra”, segundo “mejor disco nacional” por IF y cuarto puesto como “mejores ante la afición” ¿Alguien da más? Pues con estas credenciales se presentaron Neuman ante la afición pacense. Pero antes hagamos un repaso a su interesante biografía:
Neuman son murcianos y su frontman Paco Román es el alma mater del grupo. Surgen en 1999 de las cenizas de -La fábrica de la luz- donde Paco tocaba junto a componentes de Second. El nombre del grupo no es fruto del azar, sino que viene dado por el nombre del perro de Paco. Su mascota de 15 años se llamaba Neuman. Así Paco al micrófono y a la guitarra, David Manzullo al bajo y Alex Dumdaca a la batería han conformado tres discos contundentes apoyados en una música minimalista que se remonta al Shoegaze y al Post-rock.
En 2010 Neuman lanza su primer disco, “Plastic Heaven” con buena acogida por parte de crítica y del público. En 2011, Neuman comienza a grabar su segundo proyecto, “The Family Plot” y el 23 de abril de 2013, sacan a la luz un nuevo disco, “Bye Fear/Hi Love”, en el cual colaboran con el prestigioso músico internacional, Ken Stringfellow (The Posies). En Mayo de 2014 el grupo saca el cuarto y explosivo álbum, IF, en el que ha colaborado de nuevo Stringfellow. Y con este bagaje se presentaron Paco, David y Alex en una Sala Aftasí que salvo momentos puntuales sonó igual de bien que siempre y que esperaba ansiosa la apertura de puertas en el nuevo año.
Y el concierto comenzó con tres tiros certeros al corazón del indie como son You feel my heart, la muy tarareada Turn it y la intensa Oh no como una carta de presentación brutal que dejó al personal con caras de ¿Y qué se va a guardar para el resto del concierto? Pero ahí estaba ese batallón de canciones dispuestas a dar guerra al alma, con A crab kis de avanzadilla y Too pretty, If y Summer love como francotiradores de emociones que siguieron con el recuerdo a las misiones realizadas junto a un Stringfellow –Hell, Bye fear / Hi love- que será para siempre parte de la historia de este grupo.
Merece la pena mencionar el virtuosismo de Paco a la guitarra ya que sus manos, por momentos, nos hacían mirar al escenario buscando a ese segundo guitarrista invisible que dotaba a todos los temas de una energía especial. Guitarras martilleantes en Tell you y en Trapped y sigilosas y susurrantes en Sil Fono y The Family Plot. La escapada de este mar de sentimientos se planeó a bordo de su deslumbrante Battle Starship.
Otra misión realizada con éxito para este comando murciano dispuesto a seguir dando guerra durante mucho tiempo.
Comenzábamos el año conociendo a la niña pájaro y no queríamos terminarlo sin saber que había pasado con ella, en que se había convertido ¿Vuela ya sola Chloé Bird? Pues sí y no. Sí, porque Chloé nunca ha necesitado más que su voz y una guitarra (o un teclado) para encandilar a las masas, para hacer que los charlatanes callen y queden con oídos y bocas abiertas, embelesados, como niños raros. Y no, porque durante estos meses ha ido rodeándose de una serie de acólitos tanto encima del escenario como a los pies de éste que la arropan y que defienden sus mismos ideales.
Y es que, como una nueva Jennifer Lawrence de la música, permítanme el símil atropellado, (si hace un drama la nominan al Oscar y si toca un blockbuster gana setecientos millones) Chloé Bird tiene ese don natural que hace que te pares a escucharla, que te posiciones de su parte sin pensarlo un instante, que un jueves de diciembre te vayas a Mérida para seguir al Sinsajo.
Así, a eso de las once de la noche llegábamos a El Bujío, nuestro particular Distrito 13, en el que Chloé Bird en formato trío junto a Mikelo y César Bayón (guitarra y percusiones) comenzarían su particular discurso con unas nuevas canciones más roqueras y oscuras, más adultas, que enlazaron sin problema con una “Girl with one eye” cada vez más suya para lanzar a continuación la primera flecha a un programa de televisión que quería rebautizar como “Tira de la cuerda” a “Tighten the rope” y claro, por ahí no se pasa.
Las canciones de October Moon se fueron alternando con versiones y nuevas composiciones durante toda la actuación, siendo la primera en salir a la luz “I don’t wanna be with you” que sirvió para dar paso a la tanda de canciones tristes con Chloé al piano, donde “Je sais pas”, de Celine Dion, fue la primera. “Against Each Other” fue la segunda. Y de repente, como el secundario de lujo con el papel más brillante, Rui Díaz subió al escenario para acompañar al Sinsajo del acordeón en “Five hundred miles” que, como modernos que sois, os sonará de la última peli de los Hermanos Cohen, “Inside Llewyn Davis” ¿Pasamos de Jennifer Lawrence a Carey Mulligan?
Y volvimos a October Moon de la mano de “Maybe tomorrow”, nos sumergimos en “El romance de la niña espuma y la niña Marimar”, conocimos la elocuencia de Cesar Bayón y nos dio a un ataque de risa que hubo que cortar de raíz para acunarse con “Furtive Lullaby”. Pero con la gente hablando cada vez más, el concierto se diluía en el lejano compás de “La niña sombra” por lo que los que habíamos ido hasta allí para disfrutar del espectáculo tuvimos que gritar bien fuerte “Cabiria” para llamar la atención al personal.
Ya en la parte final del alegato hubo tiempo para hacer un guiño al otro hermano Bayón, Marcos, y su aportación a la producción de la radiante “The rhythm of light”, para deleitarnos con la ternura de “La niña búho”, para la propina de la mano de “Somebody that I used to know” y para una despedida muy animada con toda la banda en el escenario.
Después de la arenga en El Bujío parece claro que Chloé Bird está destinada a llevar la bandera de su distrito ante las más altas esferas del capitolio musical. Habrá más guerras para escapar de comparaciones, para entrar en los circuitos y para llegar a los festivales. Habrá guerras en las que luchará hasta consigo misma, pero parece claro que el Sinsajo ha llegado y esta vez viene para quedarse, para emocionarnos desde el corazón y atravesarnos con las flechas de sus canciones.
El pasado viernes nos desplazamos hasta la ciudad de Mérida para conocer un nuevo (espacio, bar, sala) club donde a partir de ya podremos disfrutar de noches especiales bailando el mejor indie de hoy y de siempre, con un ambiente bastante sanote y una decoración muy cuidada que te hará sentir como en el garito más cool de Manchester o Liverpool. Pero no, estamos en Mérida y hay “hotismo” para rato. Y jager, jager también hay. Y que mejor cicerón para este nuevo templo del indie extremeño que Antonio Luque, patricio malagueño y desde ahora emperador máximo de la Mérida indie.
La fiesta comenzó pasadas las once y media con la formación titular de Sr Chinarro (Antonio Luque, Javier Vega, Pablo Cabra y Jordi Gil) entonando los compases de Estrenos T.V (El porqué de mis peinados -1997), para pasar a alternar las nuevas canciones de Perspectiva Caballera (2014) con su repertorio habitual de temas conocidos y solicitados por su público. Todo esto salpicado siempre por comentarios sobre viajes y senadores.
La presentación de su último disco comenzó con Viaje Astral seguida de Famélicos famosos, para recalar frente a Dos besugos (El fuego amigo -2005) con Mudas y Escamas. Un Antonio Luque desprendido del peso de fantasmas lejanos, más alto aún si cabe, y una banda que es la mejor banda que Sr Chinarro podría tener, se lanzaron entonces cuesta abajo y sin frenos sobre un setlist sin final donde Mi Sapo, Ácido Fórmico, Amor de turno (en Canarias) o su favorita, Nod (qué raro…) serpenteaban alrededor de clásicos coreados por todos como Quiromántico o Merche* (La primera ópera envasada al vacío -2001) para cerrar la parte central del concierto despidiendo Perspectiva Caballera con Droguerías y farmacias.
Antonio: “¿Qué queréis de cenar? En el bar de arriba había ancas de ranas.
Primera fila. “Esas son de charca”
Antonio: “Hombre, yo ranas de mar no conozco muchas”
La segunda parte, más calmada pero igual de intensa, se centró en temas penetrantes como Babieca (otra vez los viajes) (Presiente -2011), El lejano Oeste (más viajes) (El mundo según -2006) o San Borondón (última escala) sin dejar de lado otras composiciones más o menos festivas como Una llamada a la acción, El rayo verde (¿el gallo qué?) o Esplendor en la hierba. La actuación se cerró con Alfabeto Morse (Ronroneando -2008) y Del montón.
Después de un concierto brillante como éste, parece que las disputas entre el primer Sr Chinarro que a todos nos encandiló con su verso ocurrente y un Antonio Luque que decidió tomar las riendas de su carrera antes de que el personaje se comiera al artista han firmado la paz encontrándose en un lugar común donde la luminosidad no deslumbra, donde la oscuridad es amable, donde encontramos a Antonio Chinarro, o lo que es lo mismo, a Sr Luque.
Antonio: “Vamos a tocar la última”
Primera fila: “Noooo”
Antonio: “La última del disco digo, luego nos quedan como 150 en la discografía”
Primera fila: “Quedan las buenas!!”
Antonio: “Si, ahora cantamos una de Vetusta Morla”
Fuel Fandango hizo un “veni, vidi, vici“ el pasado fin de semana en Badajoz colgando el cartel de sold out durante dos días consecutivos en la Sala Aftasí con sendos conciertos enmarcados en los que está siendo el fin de la gira Trece Lunas del grupo cordobés.
El sábado, con la platea a reventar, abrieron el show con “Fragile”, probablemente la canción más bonita de su segundo disco y un tema perfecto para ir entrando en ambiente, si es que hacía falta calentar algo. Porque Fuel Fandango es uno de los pocos grupos que tienen al público pacense on fire desde el primer acorde hasta el último bis. Después comenzaría la diversión con “City”, “Tell me” y “Trece Lunas”, tema que da nombre a un segundo trabajo sobre el que Alex Costa dice: “tiene estructuras más pop, el primero era más de baile, más buscando un groove. Este tiene más canciones”.
Ya en la parte central del concierto, con un sonido perfecto y un dúo en plena forma que ha pasado a ser banda, Ale, Nita y cía fueron tejiendo su particular entramado de flamenco, soul, jazz, música electrónica y funk a través de trallazos como “Monkey”, “Talking” y “Always Sarching” de Fuel Fandango (2011) además de “New Life”, “Maze” y “Read my lips” de Trece Lunas (2013).
Para la parte final y como despedida apoteósica se decidieron por “Shiny Soul” y “Nature” haciendo gala de una elegancia especial que nos recordó en algunos momentos a Florence and The Machine. Suponemos que compartir el mismo productor habrá tenido algo que ver.
Y es que a estas alturas parece claro que Nita y Ale no persiguen ser revolucionarios, pero sí hacer algo novedoso e innovador. Por eso cuando empezaron en 2009, ella que venía del mundo del flamenco y la copla y él de la música de baile de raíz negra con Mojo Project, quisieron combinar el pulso electrónico bailable con el sentimiento flamenco, sumando a todo ello la energía rockera. Con Trece lunas, su segundo álbum, Fuel Fandango han metido otro elemento en juego, el pop, pero considerado más como una actitud que como un género musical.
Para finalizar decir también que el fin de semana aftásico estuvo aderezado por diferentes pre y post conciertos de la mano de Tokio Dj, Lena Hermart & Cypher y el mismísimo Ale Acosta (Fuel Fandango DJ SET) para poner el broche de oro al fin de semana más concurrido que se recuerda en nuestra sala favorita.
Definir el trabajo de la Esposa del Embajador es difícil porque en sus creaciones se mezcla música, palabras, diseño,… un crisol de ideas e influencias que cristalizan en multitud de piezas preciosas y únicas. Os invitamos a conocerla:
¿Quién es la esposa del embajador?
Es una cobardica que por fin se ha atrevido a tomar una decisión importante sin que nadie le garantizase que le iba a ir bien. Da bastante miedo intentar vivir de esto sin haber estudiado nada relacionado con ello.
¿Cómo definirías tus creaciones? ¿Qué importancia tiene la música en éstas?
Supongo que son producto del estado de ánimo de esa cobardica. Siempre dibujo con música y, en mi caso, el estado de ánimo puede variar mucho en función de la música que escuche.
En tus creaciones haces bastantes referencias a temas musicales ¿Dirías que son tu máxima inspiración en este momento? ¿Cómo es el proceso de creación desde que surge la idea?
La cosa suele funcionar así: hay algún sentimiento, sensación o idea que me ronda por la cabeza y a la que no le presto atención desde el punto de vista “dibujil” hasta que de repente escucho una frase de una canción y me viene a la cabeza una imagen. Y en esa imagen están la idea y la canción.
Por ejemplo, el dibujo de la chica que suplica que la lobotomicen me vino a la cabeza escuchando en la radio «Lobotomizados», de Second. La idea ya existía pero la imagen no. La canción no tiene nada que ver con lo que representa el dibujo pero ellos me dieron la palabra clave.
¿La esposa del embajador o The Ambassadors Wife? ¿Has cambiado de idioma como Love of Lesbian o Sidonie? ¿Utilizas el idioma como un instrumento más dentro de tus composiciones?
Definitivamente, «La esposa del embajador». El origen del nombre era en inglés: haciendo una redacción en la escuela de idiomas busqué cómo se decía embajadora en inglés y, en ese diccionario al menos, decían que embajadora es la esposa de un embajador.
Me gustaba mucho cómo quedaba el nombre en inglés pero a la hora de que te encontrasen o te escribiesen un correo, en español daba muchos menos problemas. Y además así también me suena muy bien, por lo que no me dio ninguna pena el cambio.
Y sí, el idioma es otro elemento más con el que jugar. Hay palabras que son bonitas de por sí, por cómo suenan o cómo se escriben.
Si vas a hacer algo relacionado con una canción ¿La escuchas bastante durante el transcurso del proyecto?
Depende de si es un proyecto propio o no. Por ejemplo, mientras hacía «Tipo listo» para un fanzine del Colectivo Lampedusa, no paré de escuchar «La herida universal», de Julio de la Rosa. En esa historieta contaba algo muy sentido y para dibujarlo quería volver a ponerme en la situación en la que pasó aquello. Y la mejor manera era volviendo a escuchar el disco.
Cuando hice el dibujo con la canción «Tú, Garfunkel» no me hizo falta poner el disco. No paraba de sonar en mi cabeza.
Para los proyectos ajenos, no necesito estar escuchándola todo el tiempo. Elijo una frase y me centro en ella. La implicación emocional no es la misma.
Pones mucho mimo y esmero en detalles como el papel de regalo personalizado ¿Qué grupo es para ti el que mejor envuelve sus canciones? ¿Y el que peor?
No me voy a pronunciar con la segunda pregunta, témome.
También realizas ex-libris que por lo que parece están teniendo bastante aceptación ¿Aprovechando la moda hipster o hay algo más?
Pues no sabía que los exlibris estaban de moda. Me compré una máquina para hacer sellos porque creía que se podían hacer cosas chulas con ellos. Pero sí es verdad que desde que me pideron el primero, no han parado de llegar encargos
¿The New Raemon o Julio de la Rosa? ¿Por qué?
Julio llegó primero y durante un par de años no paré de escucharlo. «La herida universal» es y será uno de los discos de mi vida. A Ramón lo he conocido tarde pero me he llevado una sorpresa de las buenas con él. La faena es que ahora no me sienta bien escuchar a ninguno de los dos. ¡Sus canciones son muy duras!
¿Qué te da grooveshark que no te dan otras plataformas?
Empecé a utilizarlo en mi anterior trabajo porque era la única forma de escuchar música que tenía, ya que el resto de plataformas no funcionaban en aquellos ordenadores. Y sigo con ella porque después de tres años tengo muchas listas de reproducción guardadas.
Además me hacen mucha gracia los comentarios que aparecen cuando escuchas muchas veces la misma canción: “está obsesionada con…”, “tiene fiebre y su única medicina es…” y la mejor: “le están sangrando los oídos con…”. Para que salga esa frase tienes que haber escuchado lo mismo durante horas.
¿Qué importancia le dais a la música en la educación de Bárbara Jr? ¿Deberían poner menos pegas para llevar a los niños a conciertos y festivales?
Desde que era pequeña hemos escuchado música con ella. Cuando tenía dos años solía despertarla de la siesta con el primer disco de Jero Romero. Ponía el disco, la cogía en brazos y me ponía a cantarle muy bajito. Cuando se despertaba, se ponía a cantar conmigo. Es una chulada poder hacer algo así con tus hijos. Supongo que gracias a esto, las únicas discusiones musicales que tenemos con ella tratan sobre si ponemos un disco de Niños Mutantes o escuchamos la radio en el coche.
Hemos llevado a Barb al South Pop y se notaba que estaba preparado para ir con la prole. Se agradece un montón no tener que renunciar a escuchar música en directo por ser padres. Ahora queremos ir con ella a ver al Sr. Chinarro y nos han dicho que como no permiten la entrada de niños al concierto, podemos llevarla a los ensayos (un detallazo de la sala Indiependent).
Entiendo que hay lugares que no son para ir con niños por el ruido o por las aglomeraciones o simplemente porque el organizador no quiere hacerse responsable si pasa algo. ¿La solución? Supongo que pasa por hacer sesiones específicas para ir con los peques. O como hacen en algunos festivales: pedirles a los padres un papelito en el que declaren que la organización no es responsable de lo que les pueda pasar a sus hijos.
¿Qué tiene de especial para ti Grizzly Bear? ¿Para cuándo una creación basada en su música?
Yo soy de escuchar canciones sueltas si estoy en casa. Es más, de escuchar una sola canción mil veces seguidas. Y un día, después de escuchar sin parar “Speak in rounds” decidí poner el disco entero, a ver qué tal. Pasé muchos días esuchando el disco una y otra vez porque me pareció que tenía muchas canciones que, al menos para mí, eran muy buenas.
Para poder dibujar algo basado en una de sus canciones, primero tendría que prestarle atención a las letras. Pero seguro que alguna cae.
Jero Romero ha manufacturado con “La grieta” uno de los trabajos de pop en castellano más imaginativos y sinceros de 2014. Así, con este nuevo disco y una banda que es más una reunión de virtuosos (Charlie Bautista, Alfonso Ferrer, Nacho García y Amable Rodríguez) que un conjunto de músicos, el toledano volvió a la Sala Aftasí de Badajoz para dar un bonito concierto en el que se mezclaron canciones de este nuevo disco y de su primera aventura en solitario, “Cabeza de león”.
El concierto comenzó bien pasadas las once de la noche con un aforo en torno al setenta por ciento. Y comenzó con la última canción de “La grieta”, También, como si el cantante nos quisiera decir “sé que os gustaron las anteriores pero también sé hacer esto y estoy aquí para presentároslo. Así soy yo, como os cuento aquí en Narciso.” Seguidamente, y dando por finalizada la presentación, Los Jero Romero, porque a esta banda de unipersonal solo le queda el nombre, interpretaron El mejor.
El cuerpo del concierto volvió a destilar la sencillez y franqueza de una mañana sin relojes a la que nos tienen ya acostumbrados sus composiciones que olvidan la necesidad de estribillos recurrentes y aplicándose en cada tema de manera que este se convirtiera en varias canciones que suenan a la vez. Juego de texturas en letras, voces, sonidos….con un gusto exquisito y una riqueza musical desconcertante por momentos.
La parte final del recital, esta vez sin huida a camerinos de por medio, corrió a cargo de Túmbate, Desinhibida y El As haciéndose patente que el público es mucho más receptivo a las composiciones luminosas y cercanas del primer disco que a las imaginativas invenciones de “La grieta”.
Quizás sea por esto por lo que el concierto estuvo siempre rodeado por un runrún que complicó a más de uno sumergirse de lleno en las interpretaciones del grupo que iba desde lo más sutil a lo más potente en una sucesión de canciones encadenadas que sólo hicieron pausa para volver una vez más a dar las gracias a una de las mejores salas de España y a un equipo de personas a su altura. Porque con estos artistas y esta sala parece que la grieta se cierra por momentos.
Ángel Stanich, el ermitaño del pop, nació hace 25 años en Santander (Sun Thunder), estudió en Valladolid donde entró a formar parte de la escena local, y se estableció en Madrid. Una noche de domingo conoció a Javier Vielba (Arizona Baby) y ése fue el comienzo de una bonita amistad que daría sus frutos en futuras grabaciones y conciertos como el que lo trajo a él y a su banda a la Sala Aftasí de Badajoz el pasado día cuatro, Chema Rey mediante.
Anunciado como el antipostureo máximo, Ángel no es amigo de entrevistas y su venenoso primer disco “Camino Ácido” (2014), producido por el incombustible Vielba, no hace sino que aumentar esa imagen de maldito que tanto se empeña(n) en mantener a base de canciones plagadas de perdedores, sustancias alucinógenas y un humor tarantiniano bastante cáustico. Sin embargo, toda esta -no pose- queda en el olvido cuando se disfruta de un directo donde el artista se muestra simpático y comunicativo, y donde una genial banda: guitarras, batería, bajo… dulcifica las canciones dotándolas de un barniz folky-country bastante adictivo.
Como viene siendo habitual el concierto no comenzó hasta bien pasadas las once de la noche, con un público formado por más de cien personas, todas preparadas cerveza en mano. Ángel Stanich salió sólo al escenario para abordar Amanecer Caníbal mientras que la banda se iba uniendo a medida que avanzaba la canción. Y a partir de ahí un recorrido por el disco poniendo énfasis especial en el tema que le da nombre, Camino Ácido, La noche del Coyote, la cinéfila El Outsider y la que cerró la primera parte de la velada, Mezcalito. Antes el viaje había hecho parada en El cruce para recoger a Miss Trueno ´89.
La segunda parte del show sirvió para que un rompecuerdas Stanich presentara una nueva composición, Jesús Levitante, para que una fan hiciera los coros de El Río (siri siri siri) y para cantar a todo pulmón Nadie te quiere ya de Los Brincos antes de la ráfaga final con Metralleta Joe.
Si bien una vez acabado el concierto la rebeldía de Stanich se tornó en la típica timidez del artista lo vivido anteriormente fue una clara demostración de garra, actitud y talento de una banda que se postula como la revelación del año y que va dejando muy buen sabor de boca allá por donde pasa. No es Dylan, ni Quique González, ni Albert Pla, ni mucho menos Javier Vielba. Es Ángel Stanich, el outsider del indie que ha venido para quedarse.
La temprana madurez del grupo y su capacidad para crear composiciones que emocionan desde la serenidad, junto a la voz de unLucas Malcorra cada vez más a gusto en su papel de líder hicieron del concierto que Joe La Reina dio el pasado día doce en la Sala Barroco de Cáceres el evento indicado para dar el pistoletazo de salida al Festival Europa Sur que tendrá lugar los próximos fines de semana en las localidades de Cáceres y Trujillo.
Aunque La Barroco pone siempre todo su empeño por agradar, lo cierto es que no es para nada una sala de conciertos y los artistas que por allí pasan, Joe La Reina no fueron una excepción, tienen que sortear una serie de imponderables que van desde un escenario improvisado a una iluminación irrisoria, por no hablar de las deficiencias acústicas del recinto. Con todo esto, y con un público formado por no más de cincuenta personas, Joe La Reina comenzaron su recital con la Intro (“Evitamos las preguntas y empezamos a bailar”) de -Bailamos por Miedo-, primer álbum que ha puesto a la banda ante los flashes de los entendidos tras saltar a la palestra con -Change of masks-, un primer trabajo que prefirieron obviar en el directo ciñéndose a sonidos más cercanos a McEnroe, Pumuky u Oso Leone.
A partir de ahí “En una casa junto al mar” para cerrar conversaciones y abrir bocas, “Somos otros” sonando distinta, con nueva intro, y “La tempestad” para dar comienzo a un concierto donde los de San Sebastián se afanaron por ofrecer un sonido diferente a lo que se encuentra en el disco. Más nervio en guitarras, bajos y como no, en esa batería con vida propia, y dos micros para repartir la voz entre estrofas y ecos.
Después “Rusia”, “La pena mía” y “Caravana de fuego” para realzar la personalidad del grupo antes de las loas a Cáceres (“no tiene mar, ni falta que le hace”) y los chistes sobre los focos de luz verde que los dejaban medio ciegos, mirando al suelo (“parecemos extraterrestres”). Y es que su marcada raíz norteña les dota de un humor tímido pero mordaz con el que mandaron callar a algún despistado (“dejadlo, tiene todo el derecho, ha pagado entrada”).
Con “Tiemblan” dieron paso a los bises donde “Pedestal” fue la antesala de la esperadísima y redonda “Bailamos por miedo” que sonó rotunda como despedida de un concierto breve pero intenso y en el que Joe La Reina demostró ser un grupo en plena forma, sobreponiéndose a las adversidades del directo y concediendo un show completo y efectivo. Una apuesta segura desde ya, que a buen seguro irá viendo su nombre escrito cada vez con letras más grandes.
Esta noche asistiremos al concierto que Joe La Reina dan en La Sala Barroco de Cáceres para presentar su primer álbum “Bailamos por miedo” y aquí te damos algunos motivos para que nos acompañes:
1.- Rolling Stone los ha escogido como una de sus apuestas nacionales para 2014.
Y es que estos veinteañeros suponen un aparte de optimismo, sinceridad y naturalidad musical dentro del colorista panorama musical de 2014. Joe La Reina aterrizaron el año pasado en Subterfuge, sin ni siquiera haber publicado “Change of masks”, apadrinados por Miren Iza de Tulsa y cautivaron al sello con su indie folk suave de reminiscencias americanas del que más adelante se irían distanciando.
2.- Han dado un acertadísimo paso del inglés al castellano.
“Tocamos con McEnroe y veíamos a Ricardo desnudándose frente al público, lo que nos hizo pensar: algo falla en lo que hacemos”. Y parece obvio que este cambio, en el momento justo, les ha servido para crecerse y dotar a sus composiciones de una emoción cercana y casi adictiva que gana calado en un oyente que busca refugio en unos textos con clara implicación social pero oscuros y atemporales como pocos.
3.- Los Fleet Foxes españoles.
Sí, al principio sonaban a Fleet Foxes, Mumford And Sons, el folk de los sesenta y setenta… y la crítica les acabó colgando ese San Benito que poco han tardado en quitarse con el paso al castellano, la contratación de Abel Hernández (El Hijo) como productor y la aparición de nuevas influencias nacionales, los anteriormente nombrados Tulsa o McEnroe, con las que el grupo parece sentirse realmente identificado.
4.- La voz de Lucas Malcorra.
La particular voz de Lucas, por fin en primer plano, no te dejará indiferente. Llena de sentimiento, va desde el temblor más delicado al grito de dolor más intenso dotando al grupo de un carisma singular y alejándose cada vez más de Robin Noel Pecknold al tiempo que encuentra una identidad propia, consolidada y de claras raíces vascuences. Ojo, que ahora se le compara a Thom Yorke por lo profundo de sus lamentos. En fin…
5.- Su actuación en Sonorama.
Que en uno de los festivales más valorados del verano, con más de cien bandas en cartel, su concierto fuera uno de los más apreciados por el público dice mucho de una banda que utilizó el escenario de La Plaza del Trigo como plataforma de lanzamiento hacia cotas más altas. Así que, ¡Aprovecha para disfrutarlos ahora antes de que se hagan irremediablemente innacesibles!
6.- Fiesta de presentación del Festival Europa Sur de Cáceres.
El concierto sirve de excusa (y viceversa) para la presentación del Festival Europa Sur 2014 que este año tendrá lugar en dos sedes: Cáceres del 18 al 20 de septiembre y Trujillo el 26 y 27 del mismo mes y que contará con grupos tan reconocidos como Corizonas, Second, Idealipsticks, Lápido o Elefantes. Como siempre el festival cacereño apuesta por grupo señeros de décadas pasadas como Nacha Pop, Los Secretos o Janette.