En una época donde todo parece estar patas arriba y nada encaja, donde parece que cada vez va a ser peor y no hay manera de escapar, donde navegamos sin rumbo concreto… una época idónea para titular tu disco que La Deriva.
La Deriva es el tercer álbum de la banda “capitaneada” por Pucho. Sigue la estela de los discos anteriores donde apreciamos las señas de identidad de los de Tres Cantos: potencia instrumental, letras cargadas de dobles sentidos y pureza en la voz. Pero también se perciben pequeños cambios de rumbo o novedades como las connotaciones sociales en sus letras de manera más clara, guiños a otros ritmos e incluso menos contundencia en algunos temas. Es un disco (desde mi punto de vista) más sereno y maduro pero brillante (como los anteriores).
La deriva se compone de 12 temas que ganan más matices con cada nueva escucha, canciones con ritmos pegadizos y letras llenas de mensajes. La deriva, canción que da nombre al disco, es la primera que escuchamos. Con una letra que hace una clara referencia a la situación social y política del momento, donde parece que no tenemos rumbo y vagamos por inercia , y una melodía que la dota de más énfasis y rabia contenida. Golpe Maestro fue elegida como primer single del disco. Es un tema donde vemos a Vetusta Morla en estado puro. Su estribillo pegadizo se te mete en la cabeza y no puedes dejar de tararearlo. Su letra refleja el estado de apatía, engaño y resignación en el que vivimos, que parece que todo nos da igual porque dejamos que nos engañen y pisen – “ dejarnos sin ganas de vencer”- pero nos invitan a salir del letargo y luchar, reaccionar – “ nos queda garganta,puño y pies”.
La mosca en tu pared es una canción con un ritmo más lento donde podemos disfrutar más de la voz de Pucho, sobre todo en la estrofa final. Su letra reflexiva nos propone un interrogante, ¿te gustaría ser una mosca para verlo todo sin ser visto?. Fuego es uno de mis temas favoritos de este disco. Según cuenta la propia banda está basada en la historia de un pueblo indígena y las consecuencias de la llegada del progreso o civilización, como la ropa. Su letra nos invita a reflexionar sobre las consecuencias de imponer las mismas normas o cánones a todo el mundo. Fiesta Mayor es una de las canciones más rítmicas del disco. Tiene una melodía pegadiza y un estribillo potente y una letra que pone de manifiesto el caos social. Nada de lo que debería ser está como debe ser, volvemos al concepto de Golpe Maestro donde lo que nos “vendieron” no existe.
¡Alto! Es un tema que puede resultar extraño a la primera escucha con ese compás rítmico tan complejo. Evoca al folclore tradicional incluso en su letra que habla de la decadencia del mundo en que vivimos y la añoranza de los buenos tiempos. La grieta es un tema que puede tener diferentes lecturas. Para algunos es una llamada a salir de la rutina, del día a día donde todo lo que nos rodea nos asfixia. Pero para otros, en cambio, es una visión catastrofista de lo que está pasando y una llamada hacia un cambio urgente. Pirómanos es otra de mis canciones favoritas. Pirómanos habla del impulso de destrucción que en ocasiones todos tenemos, esas ganas de mandarlo todo a la mierda (quemarlo todo) pero sin remordimientos ya que parece que no somos culpables “ No era yo… No eras tú..”.
Las salas de espera es un tema diferente, distinto, extraño. Habla precisamente de eso, de esperar, de desear que todo se solucione. Pero también nos invita a reflexionar cuando dice “ Pasan por aquí, quieren recordar cómo y por qué se vieron en ésta ”. Cuarteles de invierno es la canción que más sigue la estela de las de los discos anteriores con esas subidas y bajadas de intensidad tan propias de la banda. Su letra refleja ese principio universal de “renovarse o morir”, nos invita a dejarlo todo atrás y a empezar de nuevo sin “la mochila” que todos llevamos a cuestas: ” Cayeron los bordes y el vaso ya está lleno. Y ahora sólo intento vaciar. Sólo necesito despegar.”
Tour de Francia es una canción llena de metáforas de ciclismo que, según Juanma (componente de Vetusta Morla) habla de los veranos interminables donde no sabes como matar el tiempo y el aburrimiento y una de las maneras clásicas era ver el Tour. Una sonata fantasma cierra el disco. Es una canción lenta, pausada, íntima. Habla del alzheimer, del sentimiento de ir a la deriva cuando perdemos nuestros recuerdos, nuestra identidad.
La deriva es un disco con gran carga social en tono reflexivo y reivindicativo que se aleja un poco de los Vetusta Morla a los que estamos acostumbrados pero que nos muestra una nueva cara bastante interesante. Un disco cargado de simbolismo con letras muy cuidadas y melodías pegadizas que hacen que merezca la pena su escucha.