Sonorama Ribera 2014, Viernes 15

La tercera jornada del Sonorama se presentaba llena de buenas actuaciones desde por la mañana, menos mal que el cansancio aún no había hecho mucha mella en nosotros. Tras el desayuno de rigor y el paseo desde el camping a la Plaza del Trigo, pudimos disfrutar de las actuaciones de Perro y Correos. Dos grupos muy cañeros que nos hicieron bailar y saltar  al ritmo de sus temas bañados por Antonio y la multitud de pistolas de agua que invadían la plaza.

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Los murcianos Perro han salido de Sonorama como claros triunfadores del mañaneo en Aranda con el pop-rock descarado y divertido de «Tiene bacalao, tiene melodía» como pone de ejemplo este La Reina de Inglaterra. Capaces de entroncar en un mismo tema kraut, shoegaze, actitud punk y letras hilarantes, Perro dejaron al público en todo lo alto a Correos, banda donostiarra con una corta trayectoria pero con buenas críticas que supo mantener el nivel con su «Esponjas para borrar el horizonte» y terminar en todo lo alto, con la colaboración del paisano Fermin Muguruza.

Cuando terminó la actuación de Correos llegó la primera sorpresa cortesía del Festival, la actuación de Niños Mutantes en la Plaza del Trigo por lo que pudimos disfrutar por segunda vez de la banda granadina en cuestión de horas. Ataviados con camisas hawaianas nos ofrecieron un concierto de versiones en el que pudimos disfrutar de temas como Nadie te quiere ya de Los Brincos, Perdido en mi habitación de Mecano, Electricistas de Fangoria o  Where is my mind de The Pixies. Tampoco faltó el tema emblema de la banda, Errante. El broche final fue escuchar de nuevo su versión de Como yo te amo a petición del director del festival que enloqueció por completo a La Plaza convirtiendo esos 5 minutos en uno de los momentos memorables del festival.

Así, nuestra tarde/noche empezó en el escenario Future Stars Burgos, origen y destino viendo la actuación de Maronda. Pudimos disfrutar de las canciones que componen su disco, «La Orquesta según los místicos” con escaso público y un sonido un tanto deficiente que no impidió que bailáramos y cantáramos temas como La Recriminación o He hablado con ella. La noche empezó fuerte y terminó aún mejor. Aquí os dejamos el resumen de los conciertos “principales” de aquel día.

Second con sonfónica de 2502

Los murcianos subieron al escenario acompañados por su orquesta sinfónica particular de 5 músicos y un personaje escapado de su videoclip 2502. A pesar de lo temprano de su actuación (las 21:00h) el recinto estaba muy concurrido y sus fans se hicieron notar cantando a pleno pulmón sus temas más conocidos.

El show comenzó con 2502 y a este tema se sumaron otros de su último trabajo “Montaña Rusa” como lobotomizados o Las serpientes. En su setlist no faltaron los éxitos de sus anteriores discos como N.A.D.A., Muérdeme, Autodestructivos, Psicopático, o Rodamos. También nos obsequiaron con baladas como Rincón exquisito o Más suerte donde pudimos disfrutar de la voz de Sean Frutos. Un concierto como siempre impecable que a mí personalmente me supo a muy poco.

De Pedro

El concierto que dio Jairo Zabala es el ejemplo perfecto de que la intensidad y el buen hacer son virtudes que pueden competir perfectamente con el ritmo desenfrenado y la actitud rockstar de otros conciertos de la noche. DePedro construyó un recital precioso a base de temas como Diciembre, Un hombre bueno o Llorona convirtiéndose en uno de los triunfadores de esta edición y poniendo en evidencia que a los sonorámicos, a parte de la fiesta, también nos interesa, y mucho, la buena música.

Amaral

Para mí era una actuación bastante esperada ya que hacía años que no los veía en directo. Disfrutamos de una Eva Amaral vestida de gala con un traje largo que comenzó su actuación al piano cantando Ratonera. En una actuación de poco más de una hora es difícil seleccionar las canciones a gusto de todos, yo, por ejemplo, eché de menos Sin ti no soy Nada.

Pero en la selección final se incluyeron temas de toda su carrera como Estrella de Mar, Hacia lo salvaje, Kamikaze, El Universo sobre mí, Como hablar, Revolución o Días de verano. También nos adelantaron algunos temas de su nuevo disco que se publicará este año. Un concierto lleno de energía con una Eva en estado puro que enloqueció a sus fans y seguro que a los que todavía no lo fueran.

León Benavente

Llegó la hora de una de las bandas del momento, de hecho pudimos ver a muchos integrantes de otros grupos salir del backstage para escucharlos. Con sus guitarras hicieron vibrar el recinto del Sonorama al ritmo de los temas de su disco homónimo. La voz de Abraham Boba sonó imponente mientras disfrutábamos de Ánimo, valiente, El Rey Ricardo, Estado Provisional o Revolución.

Como ya es habitual, cerraron su actuación con Ser Brigada pero esta vez acompañados por Cristina Martínez del Columpio Asesino, como sucede en el disco. Una actuación vibrante, enérgica y agotadora de tanto saltar.

Izal

Con Mikel y los suyos llegó el concierto más multitudinario de la noche. El público se entregó desde el primer acorde y muchos se dejaron la voz (yo, por ejemplo) a los pies del escenario Ribera del Duero. El grupo se mostró muy agradecido con el festival por haberles dado la oportunidad de tocar allá por 2010 cuando nadie los conocía y por la experiencia vivida el pasado año en la Plaza del Trigo. También recordaron que su segundo trabajo, “Agujeros de gusano” se grabó en gran parte en Aranda de Duero.

Entre los temas que pudimos escuchar destacan Magia y efectos especiales con todo el público coreándolo a pleno pulmón, Prueba y error, Tu continente o Qué bien, ya un himno de la banda, de su primer álbum. De su segundo trabajo sonaron Agujeros de gusano, Hambre, Asuntos delicados, Pánico Práctico o Palos de ciego. Como ya es tradicional, cerraron su actuación con La mujer de verde.

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Reptile Youth

Cuando cante Speeddance nos vamos, y la dejaron para la última. Así que mientras la gente salía de Izal a oleadas los que nos acercamos al escenario Castilla y León es vida disfrutamos de un baño de rock de parte de estos daneses que capitaneados por cantante Mads Damsgaard Kristiansen dieron toda una lección de actitud con la propuesta más divertida de la noche. Una clase de croosfit rocanrolero con un monitor que no dejó de contorsionarse, saltar y nadar sobre/encima del público sin perder un ápice de afinación.  El grupo perfecto a la hora perfecta.

Fuel Fandango

Y ya que estábamos nos quedamos a ver el outfit de Nita para la ocasión. Esta vez aprendió del frío que pasó en Contempopranea y apareció con un vestido negro de corte largo adornado con una gran diadema de flores a juego con el ramo del pie de micro. Fuel Fandango no han inventado la pólvora pero son perfectos para esas horas en las que el público lo único que quiere es baile y electrónica con su poquito de buen gusto. De este modo las bases fueron arropando a los quejíos de Nita mientras enfilábamos el camino a la salida.

Una noche, bueno mejor dicho, un día muy completo donde disfrutamos al máximo, bailamos y cantamos hasta el punto de volver al camping afónicos, con Lovelife de fondo, y muertos de frío pero con una sensación de euforia que aún nos dura.

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Disco de la semana: La orfebrería según los místicos – Maronda

A estas alturas de año lo normal hubiera sido escribir sobre  una de las muchas novedades aparecidas en 2014, o sobre uno de los muchos grupos que asistirán a esta edición tan especial de Contempopránea, pero Maronda llevan dentro de mi mp3 desde el año pasado y no podían salir de él sin pasar por este blog.

Así Maronda es el proyecto con el que Pablo Maronda y Marc Greenwood, bajista en La Habitación Roja, debutaron en 2011 con el álbum «El fin del mundo en mapas«, editado en el sello Absolute Beginners. El dúo reivindica la tradición pop española más brillante (desde Juan y Junior a La Buena Vida) sin renegar de las habituales influencias externas (The Byrds, The Cure…).

Pues, aparte de colaborar con Antonio Luque en la grabación de «¡Menos Samba!«, Maronda se descolgaron en 2013 con su segundo disco, aún más costumbrista que el primero si cabe, de título «La orfebrería según los místicos» y 12 canciones llenas de una honestidad casi perdida que el grupo resume en esta declaración de intenciones:

1.- El disco estará en todas las plataformas digitales de uso habitual.

2.- No habrá CD. Es obsoleto y nadie los compra. No tenemos dinero para fabricarlo y mucho menos para distribuirlo. Quien quiera hacerse un CD para el coche, que consulte el punto 3.

3.- Permitiremos el acceso a la descarga libre, pero sólo desde nuestra web. Todo el que quiera el disco que lo baje haciendo un click, pero en la página oficial. No queremos descargas piratas de otros sitios que se lucran con publicidad por nuestro trabajo.

4.- Habrá vinilo. Todo el que quiera contribuir a la causa podrá comprarlo en una edición limitada de 300 copias en vinilo de color, numerada, grande, bonita y con un sonido espectacular, a 10€. Lo venderemos en los conciertos, contra reembolso y en algunas ciudades.

5.- Intentaremos tocar en tu ciudad en formato de dúo que somos en realidad. Lo sentimos, pero una batería, amplificadores grandes, alquilar una furgo, 4 personas, 4 dietas, 4 camas… ¡sería demasiada pasta!

Según el mismo Pablo Maronda «La orfebrería según los místicos» hace referencia al oficio de hacer canciones: un trabajo manual, detallista y artesano que, a diferencia de la ebanistería o la platería, se circunscribe al ámbito de lo puramente intangible. La música flota en el aire, son vibraciones de sonido que no pueden tocarse, y por tanto son el resultado de la artesanía espiritual, de los místicos: la abstracción más pura en el campo de la creación artística.

El dúo, ya fuera de Absolut Beginners y reforzado por Alfonso Luna (Tachenko) a la batería y Jordi Montero tras los arreglos de cuerda, vuelve a adentrarse en los dramas de las relaciones de pareja, en los recovecos de la nostalgia y la esperanza mediante bonitas melodías y letras cantables y contagiosas. Las referencias a lo largo de todas sus canciones son gafapastas a más no poder como podréis comprobar a continuación, pero el resultado final es bastante asimilable e incluso reconfortante.

El disco da comienzo con Volverás, relejo de Cambiada, canción que abría su primer disco, y que recuerda profundamente a Los Mitos y a aquel hit titulado Cuando vuelvas. Originariamente Volverás, en una primerísima versión poco trabajada, hablaba de dos hermanos que hacen las paces después de mucho tiempo sin hablarse. Uno de los versos iniciales decía “Nuestros padres vendrán/Tú y yo a solas en el bar/Lo sabrán interpretar como un gesto de amistad”. Sonaba demasiado cursi y desapareció en el segundo borrador, con el cambio de enfoque hacia un amor perdido y resignado. Fue el primer single del disco y para la realización de su vídeo Maronda se inspiró en iconos pop como la portada del “Da Capo” de Love y las imágenes para “See Emily Play” de Pink Floyd y “Rain” de The Beatles.

El ruído eterno es mi canción favorita del disco y, a mi entender,  una de las mejores canciones de 2013. Esta letra sobre el despecho y el rechazo, basada en  el relato del mismo nombre de Alex Ross, es uno de esos temas efectivos y directos, con la frescura de los primeros Tachenko, las melodías de La Costa Brava y la cadencia de Los Brincos en Rápidamente (Contrabando, 1968).

Me fui antes de verte llegar cierra este  gran trío iniciático en la misma línea vocal y melódica que sus antecesoras, obras en las que se repite con maestría la acertada estructura de verso-puente-estribillo.

En Las luces resplandecen cuentan con la colaboración de Jorge Pérez (Tortel), quien grabó el estribillo de esta oda bucólica y deliciosa a la felicidad. Para componer el bajo de esta canción Marc se inspiró en Massachusetts, de los primeros Bee Gees.

He hablado con ella cambia el rumbo del disco hacia un pop más ruidoso con una base más guitarrera.  Como segundo single también tiene clip, el cualfue grabado en Estambul, los Alpes Suizos e Italia presentando escenas llenas de cotidianidad con las que muchas personas que no hayan estado en estos lugares también podrían empatizar.

La recriminación supone un delicioso dúo con Sandra Belda (California Snow Story) sobre las distintas versiones de una ruptura sentimental, bajo la atenta mirada de Gainsbourg y su Je suis venu te dire. (Tributo constatado).

El pájaro cuco y la muerte da comienzo a lo que podría denominarse la cara B del disco con una explosión sonora llena de dramatismo y guitarras destempladas.

La letra de La piedra negra es prácticamente una transcripción del relato del mismo nombre de Robert E. Howard, autor de Conan y miembro destacado del círculo del horror cósmico de Lovecraft.

La cristiandad se sostiene sobre bonitos arreglos y versos arrebatadores como: “no puedo recordar querer a nadie igual, más puro que el cristal, más que una cristiandad, sin mártires, sin más, me importas de verdad”. Y otra píldora cultural en la mención más o menos inadvertida a Nabokov en “oigo tu risa en la oscuridad”.

EnVivimos en democracia se apuntan con solvencia al juego de combinar con gran maestría la actual situación económica y social con, otra vez, una relación rota.

Viaje al final de la noche nos prepara para el final volviendo a retomar un relato, esta vez de Louis Ferdinand Celine, como eje central de la composición.

Los últimos días de Arcadia se encarga de cerrar el disco con un recuerdo agridulce a la juventud pasada a través de más de 7 minutos de canción en el que también, cómo no,  puede rastrearse la huella de Evelyn Waugh, cuyo “Retorno A Brideshead” comienza con la expresión latina: Et In Arcadia Ego. La duración, 7:14, es un guiño a Hergé y su “Vuelo 714 Para Sidney”. De adolescente Pablo Maronda era muy fan de Tintin, y éste tomo en concreto sigue siendo uno de sus favoritos. Marc  dijo algo así como “Oye, la canción se termina en 7 y algo. ¿Hay algún número que empiece por 7 y signifique algo para ti?”

Si la primavera tuviera una banda sonora sin lugar a duda que sería «La orfebrería según los místicos.»