El festival NoSinMúsica, que se llevará a cabo en el Muelle de Cádiz del 20 al 22 de julio de 2023, ha anunciado su cierre de cartel con artistas que prometen ser la estrella de este evento. La organización ha confirmado la presencia de La Casa Azul, Morgan La La Love you, 30s40s50s, Vetusta Morla, Sidecars, La M.O.D.A., Dani Fernández, Niña Polaca, David Palomar, We are not Djs, Jordana B, Chica Sobresalto, Juicy, Morreo, Nadie Patín, The Electric Alley y Mae Minerva.
La Casa Azul es una banda liderada por Guille Milkyway que ha conseguido romper las barreras comerciales y ofrecer un sonido único que combina el bubblegum, sunshine-pop, europop y melodías hermosas. Por su parte, Morgan es una banda de rock americano, R&B y soul que ha ganado reconocimiento a lo largo de los años. 30s40s50s es una banda sorpresa que mezcla guitarras eléctricas y sintetizadores con un sonido fresco que nos lleva en un viaje desde Nirvana hasta Bowie.
La La Love You es un fenómeno social con su Triple Disco de Platino, 200 conciertos y premios como el MTV EMA y el Odeón. Presentarán su nuevo álbum «Blockbuster» en el festival. We are not Djs serán los encargados del fin de fiesta y Maialen Gurbindo, con su proyecto Chica Sobresalto, también se incorpora al cartel. Además, se unen al evento el joven dúo musical femenino Juicy, Morreo, la divertida banda Nadie Patín, The Electric Alley con su rock y Mae Minerva con su rock indie pop.
Este festival apoya a bandas emergentes y se ha consolidado como un evento esperado por su público para disfrutar de un verano diferente en compañía de los mejores artistas. NoSinMúsica ha logrado un cartel atractivo para su novena edición y promete ser un evento inolvidable.
El 90 por ciento de las canciones dentro de la música pop se nutren de las emociones humanas, y si hay un órgano del cuerpo que simbolice el sitio donde se acumulan los sentimientos es el corazón. El corazón se nos rompe, se nos hincha, se nos enfría o se nos calienta para dar a entender que algo nos enfada, nos enorgullece, nos disgusta o nos agrada. Mil metáforas a las que hoy le dedicamos este programa.
Los egipcios ya sospechaban que el corazón cumplía una labor esencial, no solo por ser donde manaban todos los fluidos del cuerpo, y cuando digo todos digo todos, sino por ser el asiento de la inteligencia, el pensamiento y el orden moral. Dada su importancia en la vida, en la muerte era de esperar que fuese igual de relevante. Y tanto que lo era y ya que es la pieza central del juicio de Osiris.
Cuando los egipcios morían, antes de pasar al campo de juncos, su particular paraíso, o a la condenación eterna, se celebraba un juicio en el cual se ponía su corazón en un lado de la balanza y en la otra una pluma de avestruz, la pluma de la verdad de la diosa Maat, encarnación de la justicia. Los dioses hacían preguntas al corazón y este respondía haciéndose más pesado, si la respuesta era algo malo, o más ligero, si demostraba bondad. Si el corazón estaba lleno de malas acciones, pesaba más que la pluma, y por lo tanto era condenado a la muerte definitiva y su corazón devorado por la diosa Ammyt, un ser con cabeza de cocodrilo, patas delanteras de león y pies de hipopótamo, los animales más mortíferos del antiguo Egipto.
Por el contrario, si el corazón estaba libre del peso de las malas acciones podría pasar el campo de juncos y vivir con los dioses a la espera de resucitar en algún momento. Si todo este rollo os ha gustado os puede interesar la nueva serie de Marvel Caballero Luna en la que se representa con gran espectacularidad a los dioses mencionados y sus juicios.
Y si os preguntáis cuando pesa un corazón y cuanto una pluma de avestruz la respuesta es unos 280 gramos y 200 gramos respectivamente. Así que más os vale ser buenos porque el margen está muy muy ajustado.
El dúo granadino Morreo tira de raíces andaluzas para presentarnos “Hola, corazón” una canción guitarrera y a la vez con un toque de oscuro romanticismo y con un punto retro que recuerda a “Los Brincos”.
Uno de los factores que inciden en aumentar esa estadística es que los síntomas que asociamos a un ataque al corazón y por los cuales lo reconocemos como tal y corremos al médico (mareo, dolor intenso en el brazo izquierdo, sudoración y palidez) son más habituales en los hombres que en las mujeres. Los infartos en las mujeres producen, dolor en el pecho y dolor de espalda entre las escápulas, en la mandíbula o en las muñecas, además de cansancio extremo, malestar en la garganta, náuseas, vómitos y dificultad para respirar. Como casi ninguna mujer, ni hombre, tiene asociado esos síntomas a un infarto, para cuando quiere ir al hospital ya es demasiado tarde y los daños en el organismo son mucho más graves.
Si os tiene que explotar el corazón que sea de la emoción al liberarte de algún pesado como nos cantan Lisasinson en su tema “Corazón” y no por un infarto.
Se da la paradoja que el corazón, como órgano, no tiene forma de corazón, la forma con la que lo representamos gráficamente en la cultura occidental. Y nadie tiene muy claro de donde viene esa forma, pero en lo que coinciden todos los artículos consultados es que su popularidad, y lo que lo fijó definitivamente en el imaginario colectivo, fue la baraja de cartas francesa.
Antes de eso, y aunque la forma del corazón actual ya había aparecido documentada en otras obras de arte, también contribuyó a fijar ese diseño la visión de Santa Margarita en la que se le reveló el Sagrado Corazón de Jesús, con la popular forma que todos conocemos rodeada de espinas.
Sin que quede claro del todo, muchas fuentes coinciden en señalar como origen de esa particular forma de representar al corazón las monedas aparecidas en la colonia griega de Cyrene en las que aparece grabada la hoja de la planta silfio, ya extinta, que se usaba para muchas cosas, pero especialmente por sus propiedades abortivas, lo cual hizo que se asociara primero con el sexo y posteriormente con el amor.
Marinita Precaria repite en este podcast esta vez con “Tu pa qué”, una fábula en la que se habla de cómo a veces sentimos que han jugado con nuestro corazón para luego despreciarlo.
Y hasta aquí nuestro programa de hoy, esperamos que haberos calentado el corazón o al menos no habéroslo roto más allá de la reparación.