Tal y como anunciaron en su entrevista hace unos días, los chicos de Izal presentaron temas nuevos y alguna que otra sorpresa en su concierto del pasado viernes en el Palacio de Congresos.
A las 22,15h, Mikel y compañía se subieron al escenario del Palacio de Congresos de Badajoz para ofrecer un concierto dentro de su Gira de Despedida. El auditorio, lleno casi al completo, los recibió entre aplausos y vítores. Tan solo 45 segundos de la primera canción bastaron para poner al público en pie a corear sus temas.
Un show donde desgranaron tema a tema sus dos discos además de deleitarnos con dos temas nuevos, que seguramente formen parte de su próximo trabajo. Estos temas fueron En aire y hueso, un tema emotivo que los asistentes escucharon en absoluto silencio, y Tambores de guerra, una canción más movida y bailable que promete ser otro himno de la banda.
A mitad del concierto más o menos llegó la “sorpresa” de la noche. Una parte del concierto en acústico con la banda sentada en sillas e iluminados por bombillas de suelo en homenaje a sus inicios donde actuaban para 10 personas en pequeñas salas. Los temas que pudimos disfrutar en acústico fueron Sueños lentos, aviones veloces, A los que volveremos, Eco de su Ep Teletransporte por petición popular de sus fans en los conciertos y los Epílogos I,II y III entre otros.
Después de esa parte tan íntima, comenzó la traca final del concierto llena de sus grandes éxitos que hicieron gritar, bailar y saltar a los asistentes. No faltaron temas como Ockham, Tóxica con un solo de batería incluido, Magia y efectos especiales, Hambre, Pánico práctico, Agujeros de gusano o su emblema Que bien con coreografía incluida.
Tras habernos agotado a cantar y saltar, llegó la parada obligatoria para subir de nuevo al escenario a despedirse con los bises de rigor. Esta vez los temas elegidos fueron Despedida, Prueba y error con un solo de guitarra de nuestro paisano Alberto y La Mujer de verde, que es ya la tradicional guinda del pastel.
Pero no todo fue cantar y bailar, también se mostraron muy simpáticos con el público incluso bromearon con los dos problemas a los que se enfrentaban en una actuación así. El primero que el público no se levantara (cosa que se solventó en el primer minuto) y segundo que no vendían cerveza para animar al público pero, tal y como ellos dijeron, “montamos la fiesta solos”.
En todo momento se mostraron agradecidos con las asistentes por ir a verlos, incluso Mikel en su paseo por las butacas se lo fue agradeciendo en persona. También rememoraron sus anteriores visitas y lo bien que se lo pasan en tierras extremeñas.
En definitiva, disfrutamos de un concierto de dos horas de duración que a muchos nos supo a poco. Y es que no hay mejor manera de comenzar las Navidades que con un concierto de Izal.