Buenos días y bienvenidos de nuevo a un programa más de El Gallo Verde tu podcast intermitente, que, como buen extremeño, aparece y desaparece como el Guadiana.
En el día de hoy hablamos de algo que no es muy de modernos, o incluso muchos consideran que al alcanzar este estado se acaba la juventud y el moderneo y empieza la adultez y la mediocridad, estamos hablando de los hijos y de la paternidad.
Cuando mi mujer se quedó embarazada en su periódico nos pidieron que escribiésemos un blog sobre el embarazo. Los momentos previos a la llegada de un bebé están llenos de incertidumbre y de cuestionamientos sobre nuestras decisiones y capacidades y entonces, escribí este texto:
“Un bebé te hace afrontar empresas que nunca te habías planteado asumir. En mi caso ha sido… colgar de la pared del cuarto de la niña una estantería. Siempre que había necesitado antes hacer algún tipo de bricolaje casero, o bien lo solucionaba con celo o bien llamaba a un amigo más mañoso que yo para que lo solucionase.
Sin embargo, en el caso del montaje de los muebles de la habitación de mi bebé me correspondía la tarea taladrar el muro, meter unos tacos, y atornillar el mueble. No podía seguir rehuyendo esa misión y además tampoco podría usar la excusa de la falta de herramientas. Al final, fue toda una gesta épica que después de muchas dudas, mi mujer y yo, conseguimos terminar. Por si acaso, despejamos la zona debajo de la estantería para evitar un destrozo mayor en caso de que se cayese…
He de reconocer que no las tenía todas conmigo esa noche. Estaba seguro de que, de madrugada, un estrépito de maderas astilladas contra el suelo pondría banda sonora a mi fracaso como padre y como hombre que no sabe ni colgar una estantería sueca. ¿Cómo pretendo mantener a una familia si no soy capaz de clavar un simple clavo? A pesar de todo, dos semanas después, ahí sigue la estantería, no se ha caído.”
Y la estantería siguió allí los 4 años que vivió mi hija en aquel cuarto antes de mudarnos.
En este caso no es que Izal compusiera esta “Pequeña gran revolución” para un hijo, pero sí para una sobrina, y es la canción que todos los padres indies modernos cuelgan en su Instagram cuando nacen sus retoños.
En las redes sociales surge cíclicamente el debate de si es justo o no que las personas con hijos al cargo tengan permisos para el cuidado de los hijos o adaptación de horario, y cosas así. Los que no tienen niños ni piensan tenerlos dicen que ellos no tienen por qué sacrificar su vida o tener un peor horario por la decisión de otros de tener descendencia.
Sin ánimo de querer evangelizar a nadie, sólo quiero comentar que esos permisos son para el cuidado de personas dependientes. Porque un niño no deja de ser una persona que necesita de la supervisión de un adulto, es decir, depende de otra persona, en este caso sus padres.
Pero si una de esas personas que no tiene hijos tiene se ve en la situación de tener una persona dependiente a su cargo, como pueden ser su pareja, sus padres o un familiar cercano, también tiene acceso a esos permisos.
Así que, compañeros trabajadores, la próxima vez que os parezca injusto que otro trabajador, como vosotros mismos, pueda adaptar su jornada para cuidar de sus hijos piensa que en realidad está ejerciendo un derecho que tú también tienes y puedes necesitar. Y, además, los hijos crecen y dejan de ser legalmente dependientes tarde o temprano, mientras que los adultos con dependencia por lo general siguen siendo dependientes para toda su vida.
‘Ahora, Tu’ fue compuesta con motivo del nacimiento de la hija del bajista de Viva Suecia para “aglutinar ese momento de nuevas sensaciones y sentimientos que se experimentan”. Es una canción de un padre a su futura con la esperanza de poder ayudarla a superar las dificultades y no repetir los errores de su progenitor.
También cuando estaba esperando ser padre me topé con un texto humorístico que en su momento pensé que era exagerado y que, al releerlo ahora me doy cuenta de lo acertado que es en alguna de sus partes. Como he visto que está más que copiado y recopiado en diversas páginas de Internet os copio aquí algunos de los fragmentos:
“La preparación para ser padres es mucho más que leer unos cuantos libros y decorar la habitación del niño. He aquí unas sencillas pruebas para futuros padres, con el fin de ayudarles a prepararse para la experiencia real.
Para prepárate para la paternidad, baja a la farmacia de tu barrio, vacía el contenido de tu cartera en el mostrador y dile al farmacéutico que se sirva el mismo. Luego vete al supermercado y domicilia tu nomina directamente en su oficina central. Vete a casa, coge el periódico y léetelo por última vez.
Para hacerte una idea de cómo serán las noches, coge un saco húmedo de entre 4 y 6 Kg. Recorre tu salón de un lado a otro con el saco en brazos sin sentarte desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la noche. A las 10 sueltas el saco, pon el despertador para medianoche y duérmete. Levántate a las 12 y da más vueltas por el salón con el saco húmedo hasta la 1. Pon el despertador para las 3. Como no podrás dormirte, levántate a las 2 y prepárate una copa. Acuéstate a las 2.45. Levántate cuando suene el despertador a las 3. Canta nanas en la oscuridad hasta las 4. Pon el despertador a las 6. Levántate, haz el desayuno. Sigue esta rutina durante 5 años.
Vestir a un niño no es tan fácil como parece. Primero compra un pulpo (vivo) y una bolsa de redecilla. Intenta colocar el pulpo dentro de la bolsa de tal manera que no salga ninguno de los tentáculos por los agujeros de la red. El tiempo permitido es toda la mañana.
Olvídate del deportivo y compra un monovolumen. No lo dejes en el garaje todo limpia y brillante, los coches familiares no son así. Compra un helado de chocolate y mételo en la guantera. Déjalo ahí. Coge una moneda de 2 euros y métela en el radio cd. Coge un paquete tamaño familiar de galletas de chocolate. Machácalas contra los asientos. Araña ambos lados del vehículo con una llave. Ahí lo tienes… ¡perfecto!
Prepárate para salir. Espera en la puerta del baño durante media hora. Sal por la puerta. Vuelve a entrar. Vuelve a salir. Vuelve a entrar. Vuelve a salir. Baja hasta la calle. Sube nuevamente. Vuelve a bajar. Anda por la calle muy despacio durante 5 min. Prepárate para inspeccionar con detalle cada pitillo apagado, chicle tirado, kleenex usado e insecto muerto que encuentres en la acera. Vuelve hacia atrás y grita: ¡estoy harto! Hasta que los vecinos se asomen a mirarte. Date por vencido y vuelve a casa. Ahora estas más o menos preparado para llevar a un niño pequeño de paseo.
Vete al hipermercado. Lleva contigo lo más parecido a un niño de 4 años que puedas encontrar. Una cabra adulta sería ideal. Si piensas tener dos niños llévate dos cabras. Haz la compra de la semana sin perder de vista a las cabras. Paga todo lo que las cabras se han comido o destrozado.
Hasta que no puedas realizar estas tareas con facilidad, ni sueñes con tener hijos.”
Y después de “Ay, mamá” Rigoberta nos presenta “Carta de Amor a Ti” dedicada, más que a su hijo, a todas las sensaciones que se experimentan al ser padre, o madre en este caso y que expresa claramente en ese interludio hablado que tiene la canción.
A pesar de que es la época del turrón, la nochevieja y los regalos, ponemos la vista en el futuro y nos vamos hasta el festival de Eurovisión, o más bien al paso previo de donde saldrá el candidato español para representarnos en este evento. Estamos hablando del Benidorm Fest, que resucita para que podamos quitarnos el gusanillo eurovisivo antes de la gran competición.
En nuestro programa de hoy vamos a analizar tres canciones de las 14 que han sido seleccionadas (entre más de 900 propuestas) presentadas por artistas de corte indie.
Recientemente la Real Academia de Española (RAE) ha reconocido a los seguidores del festival con el término mediante el que se identifican normalmente: eurofán y lo han incluido en su diccionario. Y lo definen de la siguiente forma:
“Seguidor del Festival de la Canción de Eurovisión y de todo lo relacionado con él”.
Diccionario de la Lengua Española
Una definición un poco sosa para el nivel de fanatismo que alcanzan los eurofans. Yo me considero aficionado pero los auténticos eurofans, se escuchan todas las candidatas de los diferentes países, comentan en foros, y están al sopesquete para conseguir las mejores entradas. Es más, hay una serie de entradas que solo se pueden adquirir siendo miembro de los fans de Eurovisión oficiales de cada país. Así que creo que la definición de la RAE no abarca el grado de intensidad que supone ser eurofán.
“Culpa” es la propuesta de la cantante chilena Javiera Mena cuyo tema Espada era de los más bailados en las sesiones indies prepandémicas. Según la propia artista, esta canción «es una llamada a aceptar la dualidad de la vida en un escenario de una discoteca a las 5 am. Es liberarse de los prejuicios externos”. Pues eso.
¿Y qué es eso del Benidorm Fest? Pues es una actualización del Festival de Benidorm, que nace con vocación de continuidad para elegir al representante de Eurovisión por parte de RTVE cada año. Se celebrará a finales de enero, tendrá dos semifinales con siete aspirantes cada una. Los cuatro más votados en cada gala por el jurado profesional (compuesto por un 60% de expertos nacionales y un 40% internacionales) y el público (un 50% a través del televoto y el otro 50% por un jurado demoscópico creado con una selección de personas que votan desde casa) pasarán a la gran final, donde los ocho finalistas se disputarán el pase a Eurovisión.
Entre los artistas, además de los tres que vamos a repasar aquí se encuentran también grupos con experiencia eurovisiva como Azúcar Moreno, mediáticos como Rayden, o, unas de las candidatas que señalan con mayores probabilidades de ganar, Tanxugueiras, un grupo que integra la música tradicional gallega en otros parámetros contemporáneos como el dub, el reggaetón y el trap.
Ay Mamá, es la propuesta de Rigoberta Bandini para este certamen, que ha creado una legión de fans desde el lanzamiento de “In Spain we Call it Soledad” en 2020. Cuenta con muchísimo apoyo entre la comunidad indie y según la propia artista busca “reivindicar lo femenino desde lo que siempre se nos han contado como masculino: irrumpir con fuerza en las calles, parar la ciudad». Las apuestas están altas con este tema y hay quien se atreve a aventurar que, de resultar ganadora, es más que probable que haya algún top less durante algún momento de su actuación. ¿Llegaremos a verlo?
Aunque no seamos Eurofans de Carnet, sí que hemos hecho nuestros pinitos. Concretamente en 2018 cuando la sede del festival se celebró en Lisboa. La historia se remonta justo a un año antes. Tras la victoria de Salvador Sobral nos juntamos a celebrar mi cumpleaños que también es mayo y en la misma comida hablamos de que estaría bien ir a Lisboa pero que seguramente los alojamientos serían caros cuando se conociese la fecha definitiva. Así que se nos ocurrió hacer una estimación de cuál sería la fecha más probable y hacer una reserva en ese mismo momento. Con un año de antelación conseguimos un precio razonable y tuvimos la suerte de acertar con la fecha elegida.
En mayo de 2018 nos plantamos en la capital de Portugal envueltos en banderas de Europa, España y Extremadura, tomamos sitio en una fanzone abarrotada de españoles, ingleses y algún portugués, presenciamos la debacle de Amaia y Alfred, nuestra preferida, la chipriota “Fuego”, cayó ante Israel. Hicimos una larga cola para comer una hamburguesa en un food truck y nos fuimos al apartamento pensando que a pesar de todo había sido divertido vivirlo tan de cerca.
Este año al ganar Italia nos planteamos el mismo reto, y hasta hicimos una reserva en Roma, acertamos en la fecha pero no en la sede. Cuando miramos alojamientos para Turín, solo quedaban sitios carísimos y lejos de la ciudad.
Siempre nos queda la esperanza de ganar este año:
Varry Brava, que nos ha puesto a bailar a los indies con su “No gires” se presentan a este concurso con “Rafaella” imbuidos del espíritu de la mítica Carrá. Para mi es el corte más clásicamente eurovisivo de los tres que hemos repasado hoy pero quizá eso no sea suficiente para hacerse con la victoria.
Y hasta aquí nuestro programa de hoy, no sabemos si todo este proceso hará que recuperemos las viejas glorias en Eurovisión y salgamos por fin de los últimos puestos de las ediciones más recientes, pero creo que a los Eurofans y también a los simples seguidores desde el sofá, el resultado final les da un poco igual porque, en el fondo, Eurovisión son los amigos que hacemos por el camino.
Las canciones de este episodio estaban reservadas cuando acabase la temporada, mi objetivo era cerrar el curso con un mensaje de alegría y optimismo… pero el inicio de 2021 nos ha golpeado a todos con fuerza, con un recrudecimiento de la pandemia que nunca imaginamos vivir y con los días más fríos de las últimas décadas. Las reservas de esperanza que habíamos guardado empiezan a socavarse y ahora necesitamos de pequeñas, o grandes razones, para mantenernos ilusionados en que hay una luz al final del túnel y convencernos de que no es un pozo sin fondo.
En estos últimos días le he estado dando muchas vueltas a la idea de esperanza, porque no quería caer en el optimismo Mr Wonderful. Esa corriente de pensamiento que se basa en frases del estilo «No sabía que ponerme y me puse contento», “Si amas tu trabajo no trabajarás ni un día en tu vida” y sentencias similares que tan bien quedan en una lámina o en una taza de desayuno; pero que tomadas en serio te inducen a pensar que si estás triste o deprimido o por mucho que le pongas ganas a tu curro no llegas a fin de mes es porque no le estás poniendo la actitud correcta. Una filosofía de vida a la que agarrarse y que no permite profundizar en por qué nos sentimos tristes o enfadados.
Pero tampoco quería dejarme llevar por el cinismo, ni darle la razón a esas personas que parece que viven de hacer de menos las ilusiones, los gustos y los pequeños, o grandes logros de los demás. Por desgracia no nos queda otra que convivir con ellos a diario y muchas veces, tenemos que luchar contra nosotros por mismos por no ser una de esas personas.
Así que creo la esperanza es algo que tenemos aunque no queramos, porque el espíritu humano está condenado a seguir esperando lo mejor del futuro y a olvidar lo peor del pasado. Sin darle la razón a Mr.Wonderfull, entre el bando de los cínicos y de los ilusos, elijo a los últimos.
Acabamos de escuchar “La danza” de Carmen 113 una banda de Girona que lleva en los escenarios 20 años aunque no fue hasta 2013 que cristalizó en su formación y estilo actuales. No he podido localizar mucha información sobre ellos y es que no están entre los nombres habituales de las listas de Indie patrio, pero en México y Argentina si los conocen bien supongo que menos afectados por las etiquetas que el público español.
Un tema que invita a elegir la alegría a asumir el pasado sin dejar que nos sobrepase y darse cuenta de que “Nos queda tiempo”.
Otra frase que se repite mucho últimamente es “estoy cansado de vivir acontecimientos históricos” y es que no es sólo la pandemia, es el asalto al Capitolio, el invierno más frío del siglo, se consuma el Brexit, Reddit casi tumba la bolsa y el mercado nos da en la cara demostrando quien tiene en de verdad la sartén por el mango,… tanto es así que algunos nos preguntamos si no será este acaso el plano temporal más oscuro. A todo esto que parece una película se suma a que, como hemos tenido que reducir nuestra vida social, nuestro ocio, viajes, no tenemos más remedio que ser más conscientes del día a día, hacer introspección forzosa, percibir con crudeza el paso del tiempo y lo que nos lleva a estar aburridos de nosotros mismos.
He elegido este tema porque resalta algo que nunca pensamos que echaríamos de menos, el ser un extraño, el ser masa, un figurante secundario viviendo su vida y haciendo sus cosas sin trascendencia, sin que parezca que el destino de la humanidad dependa de sus decisiones. Ser uno más de los que se apiñan en la barra del bar para pedir una copa, corear una canción a grito junto a otros desconocidos en un festival, ser un turista más haciéndose un selfie en el típico tópico monumento, y descansar en una de esas playas abarrotadas tomando el sol como miles de personas anónimas. Venga, valientes, que volveremos a ser extraños en locales cerrados.
“Extraños” es un tema del dueto Delahaus, formado por Rocío Martín y Javier Martínez, y si os interesa y estáis en posición de ofrecérselo, no tienen ni manager ni discográfica.
Los sociólogos se aventuran a afirmar que después de la pandemia vendrá una explosión de euforia que convertirá esta década en los nuevos locos años 20: desenfreno sexual, compras compulsivas, fiestas eternas,… Y tiene sentido que las personas, tras estos meses de contención, salgan de nuevo a las calles deseando aprovechar el momento por si acaso vuelven a venir mal dadas. Si nuestras abuelas guardaban comida por encima de la capacidad de las despensas, supongo que nosotros nos pediremos los chupitos de tequila de dos en dos por si mañana nos decretan el toque de queda.
Después de esa euforia, espero que nos quede un poso de lo que hemos vivido, que abandonemos el cinismo y abracemos sin cursilería pero con firmeza, el valor de lo cotidiano, de aquella vieja normalidad que esperamos que vuelva y que nos atrevamos a decir sí a todos esos planes que antes, por desidia o pereza aplazábamos.
Lo explica con muchísimo mejores palabras esta canción
Una vez más, Rigoberta Bandini se asoma a este podcast para ponerle banda sonora a la pandemia. La artista compuso esta canción cuando estaba embaraza de siete meses, de ahí ese verso dedicado claramente a ese bebé que dice “Tú nacerás en un presente en el que el mundo es un regalo. Y sé que te preguntarás «¿A estos qué mosca les ha picado?».
Así que nos queda la esperanza de que las generaciones venideras vean en los años posteriores al coronavirus una época feliz en la que la humanidad eligió la ilusión al desencanto (por muy tentador que sea caer en el lado oscuro del pesimismo). En nuestras manos está no cagarla.
Y hasta aquí nuestro programa de hoy, os dejamos con la esperanza de volver a escucharnos la próxima semana. Venga valientes, que volveremos.
Cuando escribíamos el blog siempre publicamos las mejores canciones del año una vez el año había pasado, ¿Por si salía un temazo el 31 de diciembre? No, porque siempre nos pillaba el toro. Este año no ha sido el caso pero hemos querido mantener la tradición, aunque por motivos de salud no habrá podcast de las mejores del año, pero sí artículo.
Un conocido cantante de rock declaraba recientemente que los grupos indies son cuatro pijos haciendo cucamonas. Si opina eso de los músicos, no sé qué opinará de los que hacen listas de canciones indies.
En realidad tener que explicar por qué te gusta una canción pop es como hacerle una crítica culinaria a un MC Donald, la canción te gusta porque te gusta y la hamburguesa pues también. Aun así, hasta para lo más sencillo está claro que hay hamburguesas mejores y peores.
Además creo que cuando acudimos a una lista “de lo mejor del año”, “las mejores películas”, “los 10 restaurantes que tienes que probar en tu ciudad”… vamos más con ánimo de ver si coincide con nuestro criterio que con el espíritu de descubrir cosas nuevas o abrirnos a los gustos de los demás. Sea como sea, el jurado de El Gallo Verde, formado por Verónica Fernández Rúa, Manuel Domínguez Sáenz, José Ramón Martínez Fondón y un servidor os presentan las 20 canciones de 2020:
Elije tu propia aventura: Haz click en la imagen para escuchar la lista en Spotify o sigue leyendo para que te presentemos cada canción
20.- Your Man de Joji
Joji es el último y quizás definitivo alter ego de George Kusunoki Miller. El artista, de ascendencia japonesa y australiana, realmente es hijo de YouTube, donde creó numerosos personajes para protagonizar sus sketches. El cambio de las bromas pesadas por el hip hop más comprometido ha supuesto todo un descubrimiento, y una señal de esperanza para los jóvenes de su generación.
“Your man” no es la canción más exitosa de su segundo LP (“Gimme Love” lo ha petado en TikTok y “Run” llegó a lo más alto del Billboard). Es el tema de cierre del álbum, en el que sustituye el sonido lo-fi por una electrónica más depurada. Con él, Joji parece indicarnos su plan para conquistar las salas y festivales de todo el mundo. La línea “I’ll be your man”, “Yo seré tu hombre”, que se repite una y otra vez, parece indicarnos esas intenciones.
José Ramón Martínez Fondón
19.- I Cried At The Rave de Sonny Alven
Puede que el nombre de Sonny Alven no te suene, pero ya se lo rifan los artistas más exclusivos para llevar sus temas a las pistas de baile. El DJ y productor noruego ha demostrado un gusto exquisito a la hora de elegir sus colaboraciones, sin dejarse arrastrar por las olas del mainstream.
El nombre de Margrethe Tang, o mags como se hace llamar, te sonará menos aún. La joven compositora danesa ha tenido que tocar muchas puertas para convencer a las discográficas de que puede ser la próxima figura del electropop. Ahora Warner Music ya le ha echado el lazo.
Sonny Alven y mags han tenido que recorrer medio mundo para encontrarse en la escena escandinava, y para demostrarnos con este hit del 2020 que en el norte también saben salir de fiesta. “I cried at the rave” es una canción que habla de desamores y rupturas sentimentales, y del efecto terapéutico que tiene compartir la música con la gente. Justo lo que necesitamos para este año.
José Ramón Martínez Fondón
18.- Por si apareces de Alice Wonder
La mayoría de las canciones que he escuchado en 2020 las he encontrado de casualidad, o más bien en las listas y recomendaciones que los algoritmos me traían a la pestaña Descubrir. Yo me he dejado llevar por esas sugerencias en vez de resistirme a escuchar cosas nuevas de grupos que desconocía. La experiencia ha sido positiva, aunque también marea la infinidad de temas por explorar, y eso que yo me limitaba el reducido círculo del indie en español.
En esa marabunta se fue haciendo un hueco este tema de Alice Wonder, con ese particular tono de voz que sorprende en una cantante tan joven, y en la que se cantan sin rabia, pero sin adornos, unas cuantas verdades. Una canción larga para lo que suelen ser las composiciones pop y que cambia de ritmo hacia la mitad, transmitiendo la lucidez que nos invade cuando el tiempo nos hace revisar nuestras vidas con distancia.
Juan Manuel Subirán
17.- On the floor de Perfume Genius
Siempre que me acercaba a las canciones de Mike Hadreas acababa igual. “Demasiado oscuro para mi, demasiado experimental, demasiado ecléctico…” pero algo tiene el agua cuando la bendicen y con este TEMAZO de pop festivo con aires ochenteros, que recuerdan a Cindy Lauper y Rick Astley, Perfume Genius nos muestra su faceta más tierna, luminosa y bailable.
La letra versa sobre el amor, el sexo, la memoria y el cuerpo y según comenta el mismo Mike la escribió como una manera de ordenar sus pensamientos sobre la masculinidad y los roles tradicionales de género; para convertir esos pensamientos caóticos en algo cálido, razonado y reconfortante, justo lo que mucho necesitábamos para sobrellevar el 2020 con una sonrisa.
Manuel Domínguez Sáenz
16.- Comment est ta peine? de Benjamin Biolay
El español para cantar, el inglés para bailar y el francés para escuchar en casa. Y más que nunca en un 2020 de confinamiento, mirada perdida a través de la ventana con una taza humeante en las manos y un pensamiento de “¿cómo es posible que se haya ido todo a la mierda en tan poco tiempo?”. Pero ahí está Benjamin para arroparte con su manta de chanson con sintetizadores y preguntarte: “¿Cómo va tu dolor? El mío va así. No necesitamos practicar para tocar fondo. Deberíamos aprender a vivir con ello”. Brutal.
En realidad la canción está dedicada a Jules Bianchi, piloto francés de Fórmula 1 que tras un accidente de coche en el Gran Premio de Japón y nueve meses de agonía falleció en 2015 a los 26 años. Aunque bien pensado la vida es un poco así: damos vueltas a toda velocidad en el circuito de la rutina intentando no estrellarnos y esperando que, si alguna vez lo hacemos, Benjamin Biolay nos componga una canción.
Manuel Domínguez Sáenz
15.- Death Bed (Coffee for your head) de Powfu feat. Beabadoobee
Si hay un estilo que se adapta a la perfección a la situación de confinamiento y temporal invernal que estamos viviendo, ese es el chill-hop. Quizás no deberíamos enmarcar “Death Bed” en este género de amateurismo artesanal, pero es que el tema reúne todos los ingredientes: el inconfundible sonido lo-fi, unos samples vocales encantadores, unas rimas que se deslizan suavemente… incluso adivinamos el sonido de la lluvia de fondo.
Pero ojo, porque este tema podría no ser apto para confinados sensibles. El rapero canadiense Powfu ha tomado los samples del costumbrista tema “Coffee”, de la artista filipino-británica Beabadoobee. Pero los versos de “Death Bed” (que literalmente significa “lecho de muerte”) parecen insinuar temas como la depresión o el suicidio. En cualquier caso, la canción se ha viralizado en redes como Tik Tok o Soundcloud a lo largo del 2020, y ya supone un himno para la Generación Z.
José Ramón Martínez Fondón
14.- Ojalá te mueras de Menta
Cuando cumples los 40 las canciones dejan de hablar de ti. Eso te deja dos opciones, volver a escuchar los mismos temas de siempre o empatizar con nuevas composiciones, aunque ya no retraten tu situación vital.
En este caso Menta nos ponen ante la desagradable sensación de seguir necesitando a individuos que odiamos por el daño que nos han hecho, desear el sufrimiento de alguien en concreto a la vez que deseamos que nos quiera con todas sus fuerzas. Ni soy una mujer ni tengo un grupo con el que dar conciertos, pero la rabia que transmite no solo la letra, sino también la instrumentación atmosférica que la rodea, son fácilmente reconocibles por todo tipo de personas.
Juan Manuel Subirán
13.- La rutina de Marcos y Molduras
A mí, la música me ayuda a entender situaciones o, como es el caso, revivir sensaciones. Volver a experimentar recuerdos, no como una fría imagen distante, sino llevándote de nuevo a esos momentos en un viaje en el tiempo. No se trata de cuando te acuerdas de que sonaba tal o cual tema sino de cómo una canción de 2020 puede transportarte a 15 años atrás. O quizá eso solo me pase a mí.
Por eso le tengo tanto cariño a La Rutina de Marcos y Molduras porque con costumbrismo y frescura retratan la experiencia que supone iniciar una convivencia en la que no se esconden los detalles molestos. Banda sonora de puro pop para esbozar una sonrisa sintiéndose identificado.
Juan Manuel Subirán
12.- Siete mil canciones de Los enemigos
Cuando en 2006 nació El Gallo Verde Los Enemigos ya llevaban cuatro años separados y quizás cometiéramos el error de pasar por alto una discografía brillante sólo por el hecho de no poder encorsetarlos dentro de las filas de un indie-pop que por aquel entonces sonaba bastante más dulce que las guitarras afiladas de estos madrileños. Así que cuando me enteré que esta canción era fruto de la melodía en que trabajaba el grupo justo antes de separarse en 2002 no puede más que trazar un paralelismo con este blog.
Porque aunque en algún momento nos hayamos separado de la música, de hablar de música en nuestro caso, estábamos destinados a volver a lo que realmente nos hace felices. En fin, Los Enemigos de siempre con la certera voz de Josele Santiago al frente, afilando sus guitarras a las órdenes de Carlos Hernández, productor genial al que reverenciamos por estos lares. Siete mil canciones de las que hablar en este podcast.
Manuel Domínguez Sáenz
11.- Todo estaba bien de Carlos Sadness y Manuel Medrano
“Todo estaba bien” es ante todo una canción nostálgica. O al menos así la define el propio Carlos Sadness, que reconoce que el tema nace de una nota de voz perdida en su móvil. En la letra apela al recuerdo de los buenos momentos vividos antes de una ruptura sentimental y al deseo de resetear el presente para volver a un pasado más feliz.
“Todo estaba bien” trata sobre una relación de pareja, pero bien podría ser sobre la relación con nuestra vida anterior, antes de la pandemia. Los ritmos tropicales y la aportación caribeña de Manuel Medrano aportan luz y optimismo, pero también agudizan la sensación de nostalgia por un pasado lleno de conciertos y festivales. “Cuando todo estaba bien” bien podría haber sido una de las frases del 2020.
Por cierto, muy recomendable el videoclip dirigido por la incombustible de Lyona Ivanova, que nuevamente utiliza un single para desatar su desbordante creatividad visual.
José Ramón Martínez Fondón
10.- Tu y yo de Mujeres
Cuando a principios del año pasado Mujeres celebraban su décimo aniversario como banda estrenando “Siento muerte”, álbum de título premonitorio, pocos imaginábamos que “Tu y yo” se quedaría en el cajón de los TEMAZOS no bailados en 2020, un año sin conciertos ni garitos donde cantar abrazados esta bomba de rock garagero con un toque sixty en el estribillo que vuelve a clavarse en lo más hondo de tu cerebro.
Y es que “Siento muerte” se merecía, nos merecíamos, un recorrido de directos en festivales para, de una vez por todas, encumbrar a Mujeres a lo más alto de los carteles del indie en español. Diez canciones como diez poderosos golpes de afecto en las que “Tu y yo” sirve de presentación (Otra vez estoy ahí / de vuelta a tu corazón) que sabe a cerveza, tabaco, jäger y kebab de vuelta a casa. Si en algún momento El Gallo Verde DJ vuelve a la carga tened por seguro que hará sonar las guitarras de Mujeres.
Manuel Domínguez Sáenz
9.- In Spain We Call It Soledad de Rigoberta Bandini
Después de meses de confinamiento severo y en medio de una mal llamada nueva normalidad, porque de normal no tiene nada; cuando al que más y al que menos no le había quedado más remedio que quedarse a solas con sus pensamientos, nace este himno, confuso y mestizo, electrónico y cercano a la vez. Rigoberta Bandini le ponía palabras a lo que muchos habíamos vivido y nos dio un poco de alivio con una sonrisa.
El tiempo dirá si se quedará en una anécdota pandémica o si el proyecto de Rigoberta Bandini se consolida para seguir ayudándonos a sobrellevar el presente. Como punto positivo, decir que en youtube hay algunas interpretaciones de este tema en directo en los que no pierde ni un ápice de fuerza, así que al menos podremos disfrutarlo en algún festival cuando, o si es que, esto acabe.
Juan Manuel Subirán
8.- Apache de Exnovios
Una de las imágenes de 2020 ha sido la de las ciudades vacías de personas. Entornos urbanos que fueron invadidos durante algunas semanas por vegetación silvestre e incluso algunos animales despistados. Como si la naturaleza llamase a sus huestes a reconquistar el terreno perdido.
A principios de año, la banda pamplonesa Exnovios sacaron el EP Apache (The John Colby Sect, 2020), encabezada por este tema homónimo. En palabras de la propia banda, “ruido y melodía para abrir la puerta de un parque de hojas silvestres y margaritas impolutas”. ¿Acaso los de Pamplona tienen cierta capacidad premonitoria?
Los giros psicodélicos de “Apache” nos llevan a plantearnos sentidos ocultos en el tema. Se antoja como un canto dedicado a la naturaleza, casi pidiendo permiso por nuestra coexistencia. Las estrofas se repiten una y otra vez, como si tratasen de invocar a determinadas entidades, o como si tratáramos de reafirmar nuestro instinto de superación. Y los riffs de guitarra nos invitan a entregarnos a las plegarias de forma ritual.
José Ramón Martínez Fondón
7 Swimming Pool de Eliza and the Delusionals
Cuando estalló la pandemia, la banda australiana Eliza and the Delusionals se encontraban conquistando el mercado americano. Acogidos por grandes bandas locales, en marzo habían terminado una exitosa gira por EE. UU., en las radios americanas aún sonaba con fuerza su single “Just Exit” y se confirmaban para los primeros festivales del país.
Luego pasó lo que todos sabemos y el mundo de la música vivió un parón inusitado. Por suerte, a Eliza and the Delusionals les dio tiempo a sacar el tema “Swimming Pool”, que nos ha acompañado durante estos meses de bajona. Los recursos de power pop y las reminiscencia al soft punk americano de los 90 actúan como un reconfortante y vigorizante efecto analgésico.
Según Eliza Klatt, frontwoman y letrista de la banda, “Swimming pool” trata de sentirse ahogado en malas decisiones, no saber manejar la situación y repetir una y otra vez las mismas excusas. Algo que podría aplicarse al conjunto de políticos que han gestionado la crisis estos meses. Pero, ¿quizás también a nosotros mismos?
José Ramón Martínez Fondón
6.- Tal Vez de Castro
Una canción que surge de la cuarentena, o más bien, en cuarentena. Diego Castro, técnico de sonido de profesión, llevaba un tiempo pensando en volver a la música, ya había conocido los escenarios con Disco Las Palmeras, y al verse encerrado en casa todas las creaciones que le habían ido rondado la cabeza fueron saliendo.
Empezando por esta preciosa Tal Vez, a la que se le nota ese tiempo de maduración antes de plasmarse en letra y música. Una canción sincera, directa, que habla de nuestras debilidades y nuestros miedos, de cómo buscamos las excusas ante nuestros fracasos sentimentales. Y todo ello con una instrumentación en la que no sobra ni un acorde pero donde destacan esas trompetas del estribillo. Imposible escucharla y no tararearla.
Juan Manuel Subirán
5.- Felicidades de Amor Líquido
Un grupo tan nuevo que si buscas información de ellos en Google lo primero que sale es un anuncio de la propia banda buscando batería (y por las fotos más recientes del grupo la encontraron). Aunque su canción más “conocida” es la versión musical del famoso audio de Laura Escanés, en su breve discografía tienen otros pelotazos punk pop que son como tomarse un chupito de vodka directamente del tapón de la botella y luego seguir de farra.
Canciones intensas y rápidas como este “Felicidades” que le pone los puntos sobre las íes a esos pesados que solo buscan casito tocando las narices. Imposible no pensar en personas concretas al escucharla.
Juan Manuel Subirán
4.- Brooklyn bridge to chorus de The Strokes
En “Puente de Brooklyn hacia el estribillo” Julian Casablancas construye con la maestría de un gran ingeniero una composición de tintes ochenteros llena de dobles sentidos que juega con el amor (se separó de Juliet en 2019), el alcohol (sus problemas de adicción son de sobra conocidos) y los amigos (volver a la vida de soltero no va a ser fácil) y donde los sintetizadores funcionan como una bola de espejos dispuesta a llevarte de vuelta a tu yo más adolescente.
Así palabras como Shot, que dependiendo del contexto pueden significar desde chupito hasta oportunidad recrean una historia en la que cada uno elige su propia aventura. A mí personalmente me lleva a esas tardes de domingo en las que no había Instagram ni Twitch y te tumbabas en la cama a escuchar el “Is This” de los Strokes para repasar las correrías de la noche anterior, o sea: amor, alcohol y amigos.
Manuel Domínguez Sáenz
3.- Te Brillan de Cariño
Este tema de Cariño engaña porque empieza despacio y acelera de repente para llevarte en una montaña de emociones plasmadas en los versos de la canción: la emoción del enamoramiento, los desencuentros, la indecisión y las dudas en un cóctel de apariencia dulce pero con sabor ácido en el que no hay final feliz ni se le espera.
Cariño es una de las bandas con más potencial del panorama indie patrio en la actualidad y no han podido explotarlo como se merece en festivales este año (hasta estaban incluidas en el cartel del Coachela) pero sí en los temas que han editado en 2020, en los que, a mi parecer, han dejado de esconderse entre arreglos artificiales e ironía para mostrarse más directas y sinceras, y les sienta bien. Espero que en 2021 se confirmen con las grandes estrellas que pueden ser.
Juan Manuel Subirán
2.- Si mi rayo te alcanzara de Xoel López
“Si mi rayo te alcanzara” representa todo lo que Xoel es en estos momentos: los quince discos que lleva sus espaldas, sus influencias, la banda que le acompaña, el productor de Jorge Drexler y Vetusta Morla… pero sobre todo la personalidad de un artista donde la constante búsqueda, la experimentación y el aprendizaje reman siempre a favor de una canción redonda, que consigue abrazarte con metáforas bien logradas, así como con una mezcla de ritmos emocionante.
Xoel López triunfó con Deluxe y, cuando estaba en la cima de éxito del indie, en vez de girar al mainstream dio un volantazo a su carrera para desaparecer en Latinoamérica y volver años después con una trilogía cocinada con el poso de aquellos cantautores y ritmos propios del trópico. Ahora ese camino confluye en un disco repleto de referencias a toda una vida en el que nos quedamos como no, con la canción de corte más Deluxe.
Manuel Domínguez Sáenz
1.- Vigilantes del espejo de Triángulo de Amor Bizarro
Y en nuestro número uno otros gallegos que no han dejado de crecer con cada álbum hasta llegar a un disco que les representa tanto que le han puesto su nombre: Triángulo de Amor Bizarro. Y entre esas doce canciones brillantes emerge “Vigilantes del espejo” uno de los más pop de toda su carrera (a la altura de “De la monarquía a la criptocracia”, “Baila Sumeria” o “Estrellas místicas”).
Guiado por un riff con ecos al “Just Like Heaven” de The Cure y unas guitarras un tanto Smiths, “Vigilantes del espejo” es el himno definitivo para los que rodamos los cuarenta, esa edad tan dada la crianza de niños, la búsqueda de una ilusoria realización laboral y el recuerdo amargo de las no tan lejanas noches de fiesta. Una crítica hacia un estilo de vida tan recurrente como monótono.
Barmacia, Dr. Who, Aftasi, Chat Noir, déjate llevar.
Como muchas de las personas que han estudiado en la rama de Humanidades, yo también tuve una fase en la que tuve mi crush con el apropiado, correcto y preciso uso del lenguaje castellano, me leí “El dardo en la palabra” de Lázaro Carreter, y me preocupaba por escribir los SMS con la mayor corrección que se podía teniendo en cuenta que por cada uno de ellos se pagaban 20 céntimos de euro y mandábamos decenas de ellos al día en su apogeo.
Ahora, con el tiempo y las canas, entiendo que el lenguaje no es una obra de arte inmutable sino más bien un collage colectivo en la que cada uno de nosotros pega, arranca, modifica, transforma lo que los demás añaden, unas veces conseguimos mejorarlo y otras veces no nos sale tan bien, pero lo está claro que ni todos los diccionarios y academias del mundo pueden contener la marea del lenguaje.
Por eso, hoy en el Gallo Verde nos vamos a dedicar a celebrar un invento de la lengua llamado Spanglish.
No hay consenso entre la comunidad de expertos sobre si el Spanglish es un idioma o no, ya que muchos argumentan que no hay ningún país o región que lo tenga como idioma oficial, no hay hablantes exclusivos del spanglish, sobre lo que sí hay consenso es que se identificó su uso por primera vez es en los años 40 en Puerto Rico donde se acuñó el término Spanglish para el uso del español que añadía elementos del inglés y también el término Inglañol, para la variante contraria: Inglés con perlas de español. También podemos decir que el Spanglish se da en las comunidades donde la cultura hispana se ha mezclado con más intensidad con la cultura anglosajona como es en centro américa y el sur de Estados Unidos.
En Europa los grupos de música no se han atrevido tanto al uso del Spanglish sino más bien han optado por cantar directamente en Inglés a pesar de no ser su lengua materna. Bandas como Sidonie, Love of Lesbian, Deluxe, empezaron sus andaduras cantando en el lenguaje de la pérfida Albión, y más tarde pasaron al castellano. Otros, como los Sunday Drivers, desarrollaron su carrera sólo en Inglés. Pero para no dar tanto la vara con las viejas glorias, os dejo con un tema de este mismo año de Hinds, en el que tímidamente se empieza a usar el castellano ¿será un avance de lo que está por venir?
Un tema de corte retro pop en la que nos dicen en inglés y en español que no demos la brasa y no seamos pesados y controladores. Para que el no lo entienda de una manera que lo entienda de la otra. “Good times into bad times” está incluida su tercer disco ‘The prettiest course’ que se lanzó en el mes de junio de este año y en las que hay más incursiones del inglañol.
Siendo un país con una lengua oficial y tres lenguas cooficiales, nos puede parecer extraño que un país tan patriota como Estados Unidos no tenga ningún idioma oficial establecido por ley. Sí es cierto que cada estado tiene reconocido el inglés, y a veces otras lenguas, como oficiales pero el país como tal no.
En Estados Unidos el español es el idioma más hablado después del inglés, de ahí que muchos lo consideren la meca del spanglish y los más pesimistas, o agoreros, creen que será el idioma del futuro en América. Sin embargo todos hemos visto vídeos o noticias en los que recriminan a los latinos hablar en su propio idioma en Estados Unidos. Y es que, por mucho que sea el segundo idioma más hablado está claro que todavía carga con el estigma de la inmigración y su uso está asociado a las clases más bajas.
Canción propuesta por el gallo verde José Ramón Martínez
En esta canción la cantautora Daniela Andrade nos explica en un perfecto spanglish la situación de los Dreamers estadounidenses. Los descendientes de inmigrantes que peregrinaron a la tierra de la libertad y de las oportunidades pero que ven cómo todas esas promesas le son negadas por mucho que ellos se hayan criado bajo las barras y estrellas. Aunque, paradójicamente Andrade se crió en Canadá.
¿He preparado todo un programa sobre el Spanglish sólo para poder colar esta canción EFECTIVAMENTE Y SI Este año que muchos considerarían de Mierda, ya tiene banda sonora, y es que habla de sensaciones que todos hemos sentido este año en algún momento. Una locura que resulta a la vez familiar e indefinible, tierna y desoladora, cercana y marciana a la vez. Pero lo mejor es que lo descubráis vosotros mismos si es que no la conocíais ya.
“In spain we call it soledad” lo firma Rigoberta Bandini, el alter ego de Paula Ribó, una de esas personas que cuando Dios repartía talentos acaparó todos los que pudo. Escribe, actúa, compone, canta y hasta ha sido la voz de personajes como Caillou, Ashley Spinelli en ‘La Banda del Patio’. Buscadla en youtube o spotify y veréis que tiene mucho que ofrecer. Desde luego, para mi es uno de los must de 2020.
Y hasta aquí nuestro programa de hoy. Iba a decir que nos vemos la semana que viene pero no seguramente no sea posible, así que, hasta que nos olamos.