Desde 2011 llevaba Vinila sin pasar por Badajoz y fue a hacerlo el fin se semana en el que todos los poperos autóctonos peregrinan a Don Benito para celebrar la fiesta de la música extremeña. Aún así, entre asiduos, rockers y curiosos, fuimos unas cien personas las que nos dimos cita en la Sala Aftasí para disfrutar del espectáculo que siempre garantiza la granadina.
Pero antes de entrar en materia ¿Quién Vinila Von Bismark? Pues no es más que el alter ego de Irene López, una andaluza que un día soñó con convertirse en Marlene Dietrich y dominar el mundo seduciéndolo con su picaresca. Así aquella chica que formaba parte de Krakovia comenzó a recibir cada vez más miradas, pasó de ser la chica de Krakovia a ser Vinila Von Bismark quien se rodeó de The Lucky Dados para dar a luz The Secret Carnival, disco la que encumbró como la reina del rockabilly español. Después se enroló en el espectáculo The Hole donde muestra su amor por el burlesque y el cabaret de post-guerra y ahora presenta A Place With No Name, su trabajo más sincero y definitivo (si es que en Vinila puede haber algo definitivo). Un disco cargado de atmósferas de elegante y densa oscuridad, ritmos hipnóticos repletos de exotismo, magia y sensualidad; también canciones vibrantes donde Vinila demuestra el amor por su tierra natal con ritmos y melodías de reminiscencias árabes y mediterráneas, y donde por supuesto, cómo no, no falta el Rock’n’Roll.
Así, con una banda formada por Javier Geras al bajo, Gabriel Casanova al piano, Carlos Sosa a la batería y Omar Deltrueno a la guitarra, el concierto se abrió con Buzzaw Twits, una instrumental surfera que sirvió de preludio a la entrada de una Vinila ataviada con máscara, top de lentejuelas y bata de cola industrial, como si de una María Jiménez 3.0. se tratase. Y la susurrante Snake, canción que abre el disco, fue la encargada de comenzar el recital propiamente dicho para unirse a Teddy B y esos ritmos moriscos con reminiscencias a un Boabdil bailngo y rematar la entrada con el Habibi Twist de The Latins.
Y siempre jugando con su público, flirteando, desafiando, guiñando… llegó el momento de A Place With No Name, canción que da nombre al disco y que se sumerge en las profundidades más oscuras para traernos la luz más pura, esa que brilla en sus ojos como el destello rallo que anuncia tormenta. Y de esta forma, la ropa iba desapareciendo misteriosamente mientras las canciones del disco se mezclaban sin solución de continuidad con covers como Daddy Lolo (Oriental Rock and Roll) o No no no.
Y llegó el turno de Ali Baba y la historia en que Vinila pasea por la Alhambra y se encuentra con un ser misterioso ¡Cuéntanos más Vinila! ¡Cántanos más Vinila! Y dicho y hecho con Shooba Dooba Dooba y Beat girl con la que la diva desapareció para volver con un cambio de atuendo.
Era tiempo para el vestuario caribeño que le duró lo justo para cantar el Do The Clam de Elvis Presley, para acto seguido retomar la senda del disco con la excitante Electrify y la divertida Fell like a man con Rocket in your pocket como enlace.
La parte final del concierto, ya con una Vinila totalmente desinhibida, comenzó con Bésame mucho y terminó, igual que termina el disco, con I´ve got my eyes on you interpretada por Vinila entre el público. Y mientras la granadina se hacía fotos y vendía discos en una esquina de la sala la solvente banda cerraba el concierto al son de Have some Boogaloo en una noche que muchos tardaremos en olvidar.